viernes, 24 de septiembre de 2010

Lady Susan (Cartas 31 a la 41)

Últimas cartas más epílogo.
Carta 31
De Lady Susan a Mrs Johnson
A pesar de las súplicas y las razones de Lady Susan, Reignald se presenta en Londres y ésta escribe a su amiga Alicia para que le reciba en su casa pues anhela conocerla. Lo que Lady Susan no espera es que, efectivamente, esta visita de Reignald en el seno de los Johnson desatará el twist común de todas las novelas de Jane Austen.

Cartas 32 y 33
De Mrs Johnson a Lady Susan y viceversa
Primero, Alicia expone a lady Susan de manera angustiosa que la Sra Manwaring se tomó la atribución de ingresar a su casa para tratar su problema familiar con el Sr Jhonson justo cuando ella no se encontraba, y, para su impotencia, aún no había llegado cuando Reignald se presentó también.
“El señor Johnson sospechaba, desde hacía algún tiempo, que De Courcy tenía la intención de casarse contigo y ha querido hablar con él en privado en cuanto ha sabido que se encontraba en la casa.”
Segundo, lady Susan responde la misiva de su amiga con entera paciencia y entusiasmo de que nada afectará su relación con el Sr De Courcy.
“No te atormentes por mí. Cuenta con ello, puedo hacer que mi historia sea verosímil para Reginald.”

Cartas 34, 35, 36 y 37
Las siguientes cartas responden a la correspondencia entre Mr De Courcy y Lady Susan.
“Sólo escribo para despedirme. El encanto se ha roto. Ahora, la veo como es.”
A partir de estas oraciones el Sr De Courcy describe el engaño al que fue subordinado y se desprende del compromiso que le ataba a Lady Susan; ésta, por su parte, con la elegancia y el discurso que la caracteriza, se presenta ofendida e inocente ante el rompimiento: “No intentaré describir el asombro que me ha causado la nota que acabo de recibir de ti”. Por muchas explicaciones a las que se somete Lady Susan, Mr De Courcy continúa ofendido y humillado por su conducta y la estratagema a la que fue sometido.
“Me doy por satisfecha y no te molestaré más, después de haber enviado estas
líneas.”

Cartas 38 y 39
Estas cartas son correspondencias entre Mrs Johnson y Lady Susan.
En la primera la Sra Johnson informa a Lady Susan que el Sr Johnson le ha dado un ultimátum en el que prohíbe la comunicación entre estas o se irá a vivir a otro lugar, cláusula que ella prefiere evitar; también informa la partida del matrimonio Manwaring y anuncia la llegada de la Srta Manwaring quien se presenta dispuesta a conquistar a Sir James Martin, “Yo, en tu lugar, me lo quedaría para mí”.
En la segunda, Lady Susan manifiesta su desprecio por ambos, el Sr Johnson y Reignald De Courcy, por otro lado se expresa abieramente de su afecto por el Sr Manwaring:
“Manwaring está más entregado a mí que nunca y, si estuviéramos libres, dudo que yo consiguiera resistirme al matrimonio que él me propusiera.”
También informa a la Sra Johnson que es tiempo de sacar a Frederica del seno de los Vernon, “¡que María Manwaring se eche a temblar! Frederica será la mujer de sir James antes de que se vaya de mi casa”.

Cartas 40 y 41
De Lady De Courcy a Mrs Vernon y viceversa
En la primera correspondencia Lady De Courcy informa, con entera felicidad, a su hija que Reignald está en casa y mejor aún que ha roto el compromiso que le ataba a Lady Susan. Al final de la letra promociona la unión entre su hijo y Frederica con la esperanza de que ocurra.
En la segunda correspondencia Catherine Vernon comparte, todavía con recelo, la felicidad de su madre y acepta con todo gusto ese afecto promocionado ocurra; también, con mucho lamento, informa a su madre que la niña en cuestión, Frederica ha sido apartada de ellos, que se ha ido a Londres con su madre.
“El corazón de la pobre chica casi se rompió cuando se despedía de nosotros.Le rogué que nos escribiera a menudo y que recordara que, si alguna vez se encontraba en apuros, seríamos siempre sus amigos. Me ocupé de poder estar a solas con ella, para poderle decir todo esto y espero que eso la reconfortase un poco. Sin embargo, no me sentiré tranquila hasta que pueda ir a la ciudad y comprobar su situación por mí misma.”

Epílogo
Parte del twist, al que me referí anteriormente, común, a mi parecer, en las novelas de Jane Austen, se ve manifestado en el epílogo de la obra; lo que más me impresionó fue que Lady Susan termina quedándose con Sir James Martin, James Martin, un personaje que recuerda mucho a Mr Collins, de Orgullo y Prejuicio, o al Sr Elton, de Emma. Esto me parece increíble en una mujer como ella, con ese estilo para enredar inteligentemente, con elaboradas artimañas, a los objetos de su interés. Por otro lado, para mi felicidad, Frederica, después de un tiempo, regresa a Churchill con los Vernon pero con un futuro incierto sobre si se produce o no una relación con Reignald De Courcy.

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