Libros
Éste
ha sido un año rico en lecturas, el primero en que me reto en Goodreads, comenzando
con una primera meta de veinte libros, que gracias a algunas lecturas ágiles (y de
placer culposo) conseguí teinar a mitad de año; sin embargo no me conformé, me impuse una nueva
meta: treinta y cinco libros, que conseguí casi con la lengua de corbata y con el
riesgo de quedarme detrás de la línea.
Al principio del año también me propuse leer más trabajos de autores independientes, más literatura clásica y más romcoms de esos que me gustan. Algunos pasaron la prueba, otros no, pero en general, todos me han dejado buen sabor de boca. Así, sin más preámbulos y resumiendo, estos son los libros que leí en 2017.
Al principio del año también me propuse leer más trabajos de autores independientes, más literatura clásica y más romcoms de esos que me gustan. Algunos pasaron la prueba, otros no, pero en general, todos me han dejado buen sabor de boca. Así, sin más preámbulos y resumiendo, estos son los libros que leí en 2017.
Empecé
el año leyendo uno de los trabajos de uno de mis autores contemporáneos
favoritos, de Fernando García Pañeda, Sueño y Azar, un relato nostálgico
sobre la amistad, el amor, y cómo el azar puede influir en nuestros sueños. Leí algo en inglés, you know, so I don´t forget the language, The
Billionaire´s Fake Girlfriend. Otro relato, Alex y Stef. Y también me dio por
leer Brooklyn,
de Colm Tóibín, cuyo desenlace me dejó contrariada y cuestionándome si es justo
que los autores jueguen de esta forma con nuestros sentimientos.
Suelo
reservar para febrero lecturas románticas, novelas que espero me dejen con el
corazón agitado, pero no tuve suerte esta vez. Nicolas Barreau no hizo que
aparecieran las maripositas en mi estómago con su novela París es Siempre una Buena Idea, y El Amor Huele a Café, una novela de
la autora independiente Nieves García Bautista, original, un collage de
historias que se van entrelazando, no fue exactamente el tipo de lectura que esperaba. Muy bien escrita, sin embargo.
Marzo
fue épico: siete libros. Desde la saga Never Never, de Colleen Hoover
y Tarryn Fisher, tres lecturas que no son precisamente placeres culposos
sino lecturas adictivas que aunque sabes que son muy malas sigues leyendo por
curiosidad; pasando por ¿Qué te Apuestas?, una novela romántica a lo Beautiful Disaster, pero mejor; Las
Memorias de Mamá Blanca, un clásico de la literatura venezolana; Algo más que Vecinos, novela contemporánea y mi primera y
última lectura de Isabel Keats; y The Convinient Marriage, de Georgette
Heyer, una de mis tops del año.
Abril
otro mes especial y ya sabrán por qué, no puedo adelantar mucho porque planeo
otro artículo sobre las lecturas top del año, pero en éste leí tres novelas
interesantes, dos de ellas de autoras independientes que están demostrando que
lo autopublicado puede estar bien escrito: La Historia de Cas, que si bien me
pareció demasiado rosa para mi gusto, un argumento ajustado a lo que vende hoy
en día, está cuidadosamente narrada, lo cual gana como lectura, y Responde
Primero a la Segunda Pregunta, una novela hilarante, de una Bridget
española, como me gusta definirla, que me sorprendió muchísimo. En la Puerta de al Lado,
por otra parte, es de lo mejor que he leído en toda mi vida, de esas novelas
juveniles que se te quedan grabadas en el corazón.
En mayo Charlotte
Brontë y su Profesor ocuparon todo mi tiempo.
Frankenstein se me impuso como una meta de vida y tenía que leerla, pero entre una
página y otra también leí Ni Príncipes ni Princesas, una novela romántica y juvenil que,
aunque le falta pulitura, tiene un bonito argumento.
Ya
más o menos por aquí había alcanzado mi primera meta en Goodreads, pues en
julio me dediqué enteramente al romance. Tuve chance de leer cuatro novelas,
dos de ellas meteóricamente, una de estas dos en un día —los ojos se me
pusieron vidriosos y perdí un par de lentes de contacto gracias a mi proeza, pero es que o la terminaba o me recetaban ansiolíticos—. Las escogidas fueron: En la
Boca del Lobo, Atados por Error, Sweet
Reunion y Si me Quieres no me Dejes Ir.
Más
novelas divertidas y adictivas: Asking for Trouble, Arcoiris
y Crystal
Magic.
Empiezo
el Proyecto Austen del 2017 leyendo Agonía y Esperanza de mi querido
@FernandoGP, una elegante adaptación de la novela Persuasión, de Jane
Austen, exquisita y a la altura de la versión original. También leí Un
Okupa en mi Corazón, como parte de mis lecturas independientes, algo
tierna para mi espíritu, pero como en los ejemplos citados anteriormente, muy
bien cuidada y escrita.
En
octubre mi estabilidad emocional empieza a desequilibrarse cuando escojó Los
Misterios de Udolfo como parte de mis lecturas del Proyecto Austen de
este año, una novela sumamente larga, contra la que luche para terminar en el tiempo en que la tenía prevista, no
porque el argumento estuviera mal, sino por lo exagerada en detalles de la
narrativa, estilo al que no estamos acostumbrados hoy en día, y que a lectoras
como a ésta nos pesa. Como necesitaba desestresarme de todo ese ambiente de
desolación de Udolfo, leí entre una página y otra, otra vez, un relato
divertidísimo y altamente recomendable: Alfileres en el Corazón, una de mis
lecturas inesperadas y destacadas del año.
Continúa Proyecto Austen con Divorcio en Nueva York, mi primera fase incompleta del
proyecto que arranqué el año pasado, había tanta verborrea en la novela que se
dificultó terminarla, no me sentí identificada y me parecía que estaba
perdiendo el tiempo cuando debía estar leyendo algo más. Sin embargo no es como
si hubiera conseguido una mejor lectura con Nadie como tú, novela de esas que
todo el mundo escribe en las redes, cuyo argumento no iba exactamente conmigo,
aunque no lo supiera. No es mala, quiero aclarar, solo que no soy del tipo de instant crush, prefiero el amor que nace
y crece como una flor, con el cuidado y riego de su dueño. Además leí Ritual,
una novela de otra autora independiente en ascenso, R. Crespo, con voz propia e historias
que enganchan al público juvenil.
Se
termina el año, mi reto de Goodreads y la última fase de mi Proyecto Austen con la relectura de Persuasión,
de Jane Austen, una obra encantadora, que, como todos sabemos, es ejemplo de la
literatura clásica y de los argumentos bien pensados. Siempre que releo a Jane
me maravillo de su genialidad para componer historias y desarrollar personajes
creativos e inolvidables, cómo no deja cable suelto y encajando perfectamente cada
pieza del rompecabezas, algo que como storyteller me gustaría dominar alguna vez. Y hablando de storytellers,
rompecabezas y personajes divertidos, una novela que tomé al final porque
quería leer algo navideño, es Mientras
te Esperaba, de Gema Samaro, otra autora del mundo indie. La novela es
hilarante, Eduardo, el personaje principal, es un cínico romántico, como lo describe Vera, la amiga de la
protagonista, un tipo insufrible, insoportable de verdad, pero un blando y
cursi debajo de la piel, que en conjunto con su gato Blas, que lo aborrece, y su
nueva amiga, la fotógrafa, hacen de la novela un conjunto de diversión.
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