domingo, 27 de enero de 2013

¡Felicidades, Orgullo y Prejuicio!



Es en realidad emocionante vivir esta experiencia vía Twitter y vía blog. Se celebran 200 años de la novela más romántica, de mi novela favorita, de una novela excepcional, Pride and Prejudice.

Pride and Prejudice fue concebida por Jane Austen, esta fabulosa escritora inglesa del siglo XVIII-XIX, cuando tenía veintiún años y a la que dio el nombre de Primeras Impresiones. La historia es muy sencilla: en una comarca de Inglaterra, un grupo de muchachas aburridas (las Bennet, y también las Lucas –quizás–), todas con increíbles deseos de casarse, conocen a dos caballeros (Bingley y Darcy) que además de apuestos, uno más que otro (Darcy), son increíblemente ricos, también uno más que otro (Darcy); uno de ellos (Bingley), es todo afecto y simpatía y logra ganarse el trato de todos dondequiera que se presenta, en nuestro caso, en el baile público de Meryton (la comarca inglesa); el otro (Darcy) es un ser orgulloso y antipático. Cuando la obra fue presentada para su publicación recibió el nombre de Orgullo y Prejuicio, en inglés: Pride and Prejudice, suponemos que de acuerdo a los carácteres de sus protagonistas, Fitzwilliam Darcy y Elizabeth Bennet, pues uno se presenta orgulloso y el otro prejuicioso, aunque el orgullo y el prejuicio prevalecen en ambos personajes.
Jane Austen se caracterizó por, románticamente, ridiculizar los estándares de la sociedad de su época generalmente empleando el sarcasmo como uno de sus recursos. Orgullo y Prejuicio es su obra más popular (pues yo considero valiosas todas sus novelas), pues logró una afinidad inmediata con el público por poseer todo: amor, humor y algo de drama. Las mujeres amamos a Fitzwilliam Darcy y admiramos la tenacidad de Elizabeth Bennet. Sobre Darcy, no hay un caballero de la literatura romántica más enigmático y atractivo que él, toda su magia se centra en el inmenso corazón y preciosos sentimientos que se ocultan bajo esa coraza de orgullo. Sobre Lizzy Bennet, creo que todas quisiéramos ser como ella, tener su capacidad de respuesta, su alegría y definición de sentimientos. 
Lo más valioso, para mí, de esta novela es la capacidad que tienen sus personajes de admitir el error en el que están el uno respecto al otro, y respecto a lo que al otro le rodea. Ninguno es más inteligente que el otro, a pesar de que cada uno se siente superior. La variación que se opera en los sentimientos de Darcy cuando Elizabeth le rechaza tiene una gran influencia en el modo de ver él las cosas de ella, lo que produce también un cambio en Elizabeth, que va de la antipatía a la admiración, debido a que aprende a entender su punto de vista.

Este veintiocho de enero se cumplen 200 años desde la publicación de esta maravillosa novela y estaremos celebrando, en Twitter, en blogs, hasta en Facebook, y por supuesto, leyendo esta grandiosa obra que ha sobrevivido esta, todavía, corta vida, pues la influencia que ha ejercido Jane con estos personajes continuará eternamente.
¡A celebrar! Y felicidades a todas las Austenitas del mundo.

Persuasión



Solicitando de antemano disculpas por el retardo de esta entrada, pero han sido muchas cosas y no quería escribir el resumen final sobre mi lectura de Persuasión sin antes haber visto las adaptaciones de 1.995 y 2.007. 
Persuasión fue la última novela escrita por la autora inglesa Jane Austen, que fue publicada póstumamente. Es una obra literaria hermosísima, llena de emoción y afecto, de sentimientos profundos y de personajes emblemáticos y memorables, enmarcados en lo que es el reencuentro de un amor interrumpido. 

La vida de Sir Walter Elliot, un hombre pretencioso y vanidoso, y su familia, da un giro cuando debe prescindir de toda la opulencia y rentar su propiedad de Kellynch Hall, para residenciarse, aunque sin disminuir en mayor grado su nivel de vida, en Bath. Los sentimientos de Anne, su hija menor, que no se ha casado todavía, que tiene veintisiete años y que, en su fuero interno, no guarda esperanza de hacerlo, se ven en conflicto cuando quienes rentan la propiedad de Kellynch son los Croft, un matrimonio conformado por un almirante de la marina y su esposa. Esta falta de dominio y conflicto de sentimientos viene del lazo que une a la señora Croft con el capitán Wentworth, este hombre importante, que hacía ocho años había pretendido casarse con ella y que ella había rechazado persuadida por la influencia de su buena amiga Lady Russell, quien la había convencido de que aquél no era un matrimonio conveniente.
Si no hubiera creí­do que lo hacía en bien de Wentworth más que en el suyo propio, no sin dificultad habría podido despedirlo. Se imaginó que su prudencia y renun­ciación redundaban sobre todo en beneficio del capitán, y éste fue su mayor consuelo en medio del dolor de aquella ruptura definitiva.
Persuasión es mi segunda novela favorita entre todas las novelas de la existencia y mi segunda novela favorita de Jane Austen. Me gusta muchísimo por su ternura y la profundidad de sentimientos de sus personajes. En esta novela, además de mantener el estilo y las constantes de las novelas de Austen, chicas que quieren casarse, personajes irritantes (Sir Walter Elliot, Elizabeth Elliot, Mary Musgrove), hay la presentación de una heroína fantástica. Anne es, para mí, el personaje Austen, más delicado, cándido, sencillo y afectuoso; la tengo presente como ejemplo de la femineidad, inteligencia, entrega y sacrificio; su cariño por Wentworth es genuino y durante el reencuentro busca, sin pretender que vuelva a considerarla, conseguir enmendar el daño que pudo haberle causado con su rechazo ocho años atrás. Es una novela encantadora, nostálgica, sentimental y hermosa, un clásico del romanticismo.

Adaptaciones para la Tv
Siempre anhelo ver la adaptación de un buen libro y afortunadamente, gracias a la BBC, y otras productoras, los libros de Jane están adaptados ya sea al cine o a la televisión, bien sea en película o serie, así que necesitaba volver a ver la película de 1.995, y, por primera vez, la adaptación del 2.007. Comencemos por la primera.
Es la mejor de las dos y muy fiel al libro, pero, corríjame alguien si puede, hay una escena, en la que Ciaran Hinds (Wentworth), al final de la película, busca a Anne para, en nombre de los Croft, saber si sus familiares deben entregar la casa de Kellynch por el venidero matrimonio con Mr Elliot, su primo. Recordemos que en el momento de Jane Austen las propiedades se heredaban por la línea masculina y teniendo Sir Elliot solo hijas, la propiedad de Kellynch pasaba a heredarla Mr Elliot. Bien, esta intervención de Wentworth, en nombre de sus hermanos, nunca la he leí en el libro y no sé si ha sido una mala copia de mi libro, si es que me he saltado esa parte de la lectura sin darme cuenta, o si ha sido libre albedrío de la adaptación agregar esta escena; lo curioso es que en la versión del 2.007 vuelve a aparecer la escena. ¡Auxilio! Quiero salir de esta duda.
La adaptación de 1.995 es genial. Ciaran Hinds es un perfecto capitán Wentworth, no lo había reconocido la primera vez que vi esta película, y haber visto la adaptación del 2.007 le aportó mucho valor a su desempeño como actor, además, su actuación sobre la presentación de la carta que le entrega a Anne en esta película es tan emocionante como en el libro.
La adaptación del 2.007 es agradable también aunque se tomó algunas liberalidades que no me parecieron, la que menos me gustó fue la variación que le dieron al final de la historia, Anne persiguiendo al capitán Wentworth por las calles de Bath y la presentación de la carta, en mi opinión, no se vio justificada; sin embargo, valió la pena verla. Siempre vale la pena ver alguna de las adaptaciones de los libros de Austen.

La carta
La carta de Wentworth es una parte significativa en el desarrollo de la historia entre Anne y el capitán, es vital para el desenlace de la novela y es, probablemente, la carta más romántica de la literatura; es la declaración de amor más auténtica que se ha leído jamás. Sucede cuando Wentworth escucha a Anne hablando con el capitán Harville sobre el apresurado matrimonio entre Benwick y Louisa Musgrove, y Anne argumenta que nosotras no nos olvidamos tan pronto de los hombres como ellos se olvidan de nosotras.
Quizá sea éste nuestro destino y no un mérito de nuestra parte.
Es esta aseveración, así como el curso de la conversación de Anne con Harville lo que motiva al capitán a declarar su amor de la manera tan romántica en que lo hace; y cito una frase de la carta:
No se atreva a decir que el hombre olvida más prontamente que la mujer, que su amor muere antes. No he amado a nadie más que a usted. Puedo haber sido injusto, débil y rencoroso, pero jamás inconsciente. Sólo por usted he venido a Bath; sólo por usted pienso y proyecto.

Ha sido encantador releer Persuasión, tendré en cuenta hacerlo más seguido pues me había tardado demasiado en volver a disfrutar de este placer ya que es una novela bellísima y hasta la Navidad pasada solo la había leído una vez. Termino citando los resúmenes anteriores de esta preciosa novela. 
Persuasión (Capítulos I-X) 
Persuasión (Capítulos XI-XX) 
Persuasión (Capítulos XXI-XIV) 

sábado, 26 de enero de 2013

Persuasión - Capítulos XXI-XXIV



Retomando el resumen de Persuasión.
Mrs Smith es una vieja amiga de Anne que tiene un rol importante dentro de la novela Persuasión, de Jane Austen. Mrs Smith había sido una antigua compañera de Anne, que había sabido consolarla después de que su madre falleciera; por esto Anne le guardaba un tierno aprecio. Mrs Smith y Anne se reencuentran en Bath, pero la situación de Mrs Smith no es la más próspera. Se había casado con un hombre de fortuna no obstante ahora era viuda y pobre debido a las extravagancias de Mr Hamilton. Adicionalmente, la salud de Mrs Hamilton (Mrs Smith) no es la mejor, para el momento del reencuentro con Anne, Mrs Smith, está inválida a causa de una fiebre reumática y se aloja cerca de los baños de Bath por este motivo.

El Elemento Sorpresa.
Siempre hay un elemento sorpresa en las novelas de Jane Austen; en el caso de Persuasión, además del enamoramiento entre Louisa Musgrove y el capitán Benwick, este elemento es revelado por el personaje de Mrs Smith, que adquiere relevancia cuando, debido a la intimidad con Anne, descubre el verdadero carácter de Mr Elliot.
Mr Elliot había sido un cazafortunas que había menospreciado al padre de Anne y a su familia. Durante el concierto en el que Anne se reencontrara con el capitán y cuya intimidad con Mr Elliot había producido los celos de Wentworth, “No hay nada por lo que valga la pena quedarse”, le había dicho éste cuando se había reunido nuevamente con Anne. Mr Elliot le había revelado a Anne que él, además de haber tropezado con ella en el hospedaje de Lyme, ya la conocía por referencia porque siempre le habían hablado de ella y aquellos comentarios habían estimulado su curiosidad por conocerla. Anne descubre que este nexo fue a través de Mrs Smith. Mr Elliot había sido amigo de Mr Hamilton y había, incluso, tenido que ver con la pérdida de dinero de éste. Finalmente, Elliot había hecho un matrimonio conveniente, independiente de los Elliot de su familia, aunque había hecho desdichada a su esposa por su falta de afecto. A la sazón, desde que había sabido que Kellynch, la propiedad que heredaría con la muerte de Sir Walter, y que una tal Mrs Clay estaba tanto tiempo hospedada en Candem Place, se había propuesto restablecer las relaciones para mantener bajo vigilancia a esta señora. Mrs Smith admite que el afecto que siente Mr Elliot por Anne es, sin embargo, auténtico. Desde entonces, Anne lo aborrece.

La Carta de Wentworth
El momento mágico en esta novela depende de una muy bien escrita carta. Generalmente todas las Austenitas deliramos por el contenido de esta carta. Se trata de una esquela breve pero tan apasionada que sus pocas líneas bastan para enternecer y esclarecer cualquier error o malinterpretación habida en el romance de estos jóvenes. La carta reza como sigue:
No puedo soportar más en silencio. Debo hablar con usted por cualquier medio a mi alcan­ce. Me desgarra usted el alma. Estoy entre la ago­nía y la esperanza. No me diga que es demasiado tarde, que tan preciosos sentimientos han desapa­recido para siempre. Me ofrezco a usted nueva­mente con un corazón que es aún más suyo que cuando casi lo destrozó hace ocho años y medio. No se atreva a decir que el hombre olvida más prontamente que la mujer, que su amor muere antes. No he amado a nadie más que a usted. Puedo haber sido injusto, débil y rencoroso, pero jamás inconsciente. Sólo por usted he venido a Bath; sólo por usted pienso y proyecto. ¿No se ha dado cuenta? ¿No ha interpretado mis deseos? No hubiera esperado estos diez días de haber podido leer sus sentimientos como debe usted haber leí­do los míos. Apenas puedo escribir. A cada ins­tante escucho algo que me domina. Baja usted la voz, pero puedo percibir los tonos de esa voz cuando se pierde entre otras. ¡Buenísima, excelen­te criatura! No nos hace usted en verdad justicia. Crea que también hay verdadero afecto y constan­cia entre los hombres. Crea usted que estas dos cosas tienen todo el fervor de
F. W.

Debo irme, es verdad. Pero volveré o me reuniré con su grupo en cuanto pueda. Una pala­bra, una mirada me bastarán para comprender si debo ir a casa de su padre esta noche o nunca.
La zozobra de Anne se termina con esta carta, el capitán estaba todavía tan enamorado de ella como ella de él. Y el romance se reanuda, además de esta carta, cuando luego de haber depositado esta declaración se reencuentran en la calle. Allí se resuelven aún más los recelos y malentendidos entre ambos. 

Entradas anteriores:
Persuasión (Resumen e Impresiones. Capítulos I-X) 
Persuasión (Resumen e Impresiones. Capítulo XI-XX)

sábado, 19 de enero de 2013

Fifty Shades Darker - Freed



Es complejo exponer cómo me siento sobre la trilogía de moda, Fifty Shades of Grey.
Como expuse en mi entrada anterior, sobre Fifty Shades of Grey, mi principal disgusto con esta novela es el paralelismo que tiene con la serie de libros de Stephenie Meyer, Twilight, de la que soy aficionada, aunque este paralelismo es menos perceptible en Fifty Shades Darker, que fue, sin duda, la novela que más me gustó entre las tres. Pero comencemos.

Fifty Shades Darker
Si alguien no ha leído alguna de estas novelas y tiene intención de sorprenderse mientras la lee, absténgase de ver esta entrada.

Retomando el hilo de la historia; en Fifty Shades of Grey, la novela escrita por la autora inglesa E.L. James, Anastasia Steele, una joven estudiante de literatura inglesa de la WSU entrevista para el periódico que edita a su amiga, Katherine Kavanahg, al exitoso, y tremendamente bien parecido, empresario Christian Grey. La atracción entre ellos es instantánea y Christian le busca nuevamente para proponerle un curioso acuerdo; Christian es, de alguna manera, un hombre medio pervertido que practica el sexo duro. El asunto está en que la chica Steele es una jovencita inocente enteramente y él debe convencerla para que sea su sumisa, estado que ella estudia aceptar mientras va probando las habilidades experimentadas de su amante, pero la relación se estropea cuando en una de las prácticas de BDSM, Christian se extralimita con Ana y Ana le deja humillada ante el maltrato físico y psicológico que sufre. El top de aquella novela para mí.
Cincuenta Sombras más Oscuras (Fifty Shades Darker) inicia con Ana todavía abatida por el término de su relación con Christian pero intentando hacerse una carrera profesional como la asistente de Jack Hyde, editor de SIP, una editorial independiente de Seattle.
Lo cierto es que la depresión de Ana por Christian no sobrepasa los dos primero capítulos ni cinco días de duelo, en seguida están de vuelta, lo cual me decepcionó un poco pues pensé que habría algo más de sufrimiento, al fin y al cabo es su primer amor, y resultó un tipo pervertido; y es el hilo de los hechos en New Moon (*intentando ser irónica*); sin embargo las cosas se van dando bien.
El centro de esta novela, para mí, se enfoca en la principal confesión de Christian, el chico admite que todas sus sumisas cumplen con un patrón, son pequeñas, delgadas y de cabellera oscura porque, reconoce, le recuerdan a su progenitora y por eso le gusta maltratarlas. Antes que esta confesión sea dicha, Ana le promete que nunca más le dejará y la chica no se agobia por la menuda confesión sino que Christian le permite que asista con él a una de las consultas psiquiátricas que mantiene con el doctor Flynn, quien le tranquiliza a Ana al respecto.
Como ya expuse, si tuviera que escoger una novela favorita entre las tres, Fifty Shades Darker sería la que más me gustó por ser la más romántica. Primero, Grey se muestra arrepentido y confiesa que las palabras que tuvo Ana para con él durante su último encuentro y que le hubiera dejado significaron el gran giro que dio a su estilo de vida, el BDSM por una relación vainilla. Los encuentros entre ellos son muy románticos, ya no hay tanto erotismo sino más romanticismo y mi parte favorita del libro, a pesar de que Grey le propone matrimonio, es cuando le permite tocarlo, lo que resume un gran gesto de amor para él. Lo más inquietante fue cuando, implorando el perdón de Ana, se tiende a sus pies en posición de sumiso. Eso fue bajo, aunque, visto desde el ojo de la autora y para enriquecer el libro, supongo, era necesario demostrar esa fragilidad en este caballero oscuro.
Los momentos de acción suceden cuando Leila, una antigua sumisa, empieza a acecharlos poniendo en riesgo la vida de Ana cuando irrumpe en su departamento armada. Esta escena es importante porque verdaderamente puede observarse la relación Amo-sumisa entre Christian y Leila, aunque él solo adopta esa posición para poder desarmarla. Otra escena importante sucede en el cumpleaños de Christian cuando Elena, la mujer que le ingresó en ese alocado mundo, interfiere entre él y Ana, y Grace, la madre de Christian, le escucha confesar que fueron amantes cuando él era muy joven. Christian le reconoce a Ana que, que su madre se enterara de esa verdad parcial fue como quitarse un gran peso de encima. En la oficina, Jack Hyde intenta sobrepasarse con Ana, entonces Christian, quien compró SIP, luego de una merecida paliza, le despide. Y, la angustia se apodera de toda la familia y familiares cuando en un viaje a Vancouver, por negocios, el Charlie Tango, el helicóptero de Christian, sufre una grave avería que le obliga a hacer un peligroso aterrizaje, lo cual expone los nervios de sus familiares pues ellos y Ana le creen muerto al saber que el helicóptero estaba desaparecido. Pero el hombre regresa vivo y coleando.

Fifty Shades Freed
Al mejor estilo de Breaking Dawn, como no podía haber dos narradores acá -a menos que uno fuera Christian, pero no optó por esto-, la autora emplea la narración en retrospectiva; va y viene del pasado al presente; bueno, no tanto al pasado sino de la boda a la luna de miel y va transportando al lector de esa manera hasta que Ana y Christian regresan a Seattle. En Seattle deben afrontar nuevos problemas, mientras estaban de luna de miel la oficina de Christian tuvo un intento de incendio. También, en una secuencia de acción, Ana se libra con su marido de un vehículo que les venía siguiendo. Descubren que el autor de cada crimen, el Charlie Tango y el incendio de la oficina de Christian es responsabilidad de Jack Hyde, quien había estado detenido por el acoso contra Ana y que es sacado de prisión con una fianza que paga Linc, el esposo de Elena, pero esta última intriga la conocemos al final de la novela; así como otros anécdotas que no voy a revelar porque le quitarán todo el suspenso a esta historia. Pero digamos que es muy, pero muy, Breaking Dawn.
Lo que me gustó más de esta última novela es el progreso de Christian y lo que más me encantó es que Ana ya podía tocarlo sin reservas aunque en pocas oportunidades le solicitara su aprobación para hacerlo.
Hay muchos otros detalles de Fifty Shades Freed (Cincuenta Sombras Liberadas) que me estoy reservando, por la emoción que sugieren, pero hay una parte crucial en la historia que revela toda la vulnerabilidad de este complejo hombre y que le deja expuesto de todos sus temores, demonios y fantasmas de la manera más adorable e intensa aun cuando estaba preso de sus miedos.

Fifty Shades of Grey Trilogía, sentimientos encontrados, no sé si me gustó muchísimo o si no me gustó nada, pero dejo a su favor que la autora creó un personaje complejo, casi Brontesco, y encantador, que es Christian Grey, y que es el centro de esta novela, al que le perdonamos todo y al que todas queremos darle cariño.