sábado, 26 de enero de 2013

Persuasión - Capítulos XXI-XXIV



Retomando el resumen de Persuasión.
Mrs Smith es una vieja amiga de Anne que tiene un rol importante dentro de la novela Persuasión, de Jane Austen. Mrs Smith había sido una antigua compañera de Anne, que había sabido consolarla después de que su madre falleciera; por esto Anne le guardaba un tierno aprecio. Mrs Smith y Anne se reencuentran en Bath, pero la situación de Mrs Smith no es la más próspera. Se había casado con un hombre de fortuna no obstante ahora era viuda y pobre debido a las extravagancias de Mr Hamilton. Adicionalmente, la salud de Mrs Hamilton (Mrs Smith) no es la mejor, para el momento del reencuentro con Anne, Mrs Smith, está inválida a causa de una fiebre reumática y se aloja cerca de los baños de Bath por este motivo.

El Elemento Sorpresa.
Siempre hay un elemento sorpresa en las novelas de Jane Austen; en el caso de Persuasión, además del enamoramiento entre Louisa Musgrove y el capitán Benwick, este elemento es revelado por el personaje de Mrs Smith, que adquiere relevancia cuando, debido a la intimidad con Anne, descubre el verdadero carácter de Mr Elliot.
Mr Elliot había sido un cazafortunas que había menospreciado al padre de Anne y a su familia. Durante el concierto en el que Anne se reencontrara con el capitán y cuya intimidad con Mr Elliot había producido los celos de Wentworth, “No hay nada por lo que valga la pena quedarse”, le había dicho éste cuando se había reunido nuevamente con Anne. Mr Elliot le había revelado a Anne que él, además de haber tropezado con ella en el hospedaje de Lyme, ya la conocía por referencia porque siempre le habían hablado de ella y aquellos comentarios habían estimulado su curiosidad por conocerla. Anne descubre que este nexo fue a través de Mrs Smith. Mr Elliot había sido amigo de Mr Hamilton y había, incluso, tenido que ver con la pérdida de dinero de éste. Finalmente, Elliot había hecho un matrimonio conveniente, independiente de los Elliot de su familia, aunque había hecho desdichada a su esposa por su falta de afecto. A la sazón, desde que había sabido que Kellynch, la propiedad que heredaría con la muerte de Sir Walter, y que una tal Mrs Clay estaba tanto tiempo hospedada en Candem Place, se había propuesto restablecer las relaciones para mantener bajo vigilancia a esta señora. Mrs Smith admite que el afecto que siente Mr Elliot por Anne es, sin embargo, auténtico. Desde entonces, Anne lo aborrece.

La Carta de Wentworth
El momento mágico en esta novela depende de una muy bien escrita carta. Generalmente todas las Austenitas deliramos por el contenido de esta carta. Se trata de una esquela breve pero tan apasionada que sus pocas líneas bastan para enternecer y esclarecer cualquier error o malinterpretación habida en el romance de estos jóvenes. La carta reza como sigue:
No puedo soportar más en silencio. Debo hablar con usted por cualquier medio a mi alcan­ce. Me desgarra usted el alma. Estoy entre la ago­nía y la esperanza. No me diga que es demasiado tarde, que tan preciosos sentimientos han desapa­recido para siempre. Me ofrezco a usted nueva­mente con un corazón que es aún más suyo que cuando casi lo destrozó hace ocho años y medio. No se atreva a decir que el hombre olvida más prontamente que la mujer, que su amor muere antes. No he amado a nadie más que a usted. Puedo haber sido injusto, débil y rencoroso, pero jamás inconsciente. Sólo por usted he venido a Bath; sólo por usted pienso y proyecto. ¿No se ha dado cuenta? ¿No ha interpretado mis deseos? No hubiera esperado estos diez días de haber podido leer sus sentimientos como debe usted haber leí­do los míos. Apenas puedo escribir. A cada ins­tante escucho algo que me domina. Baja usted la voz, pero puedo percibir los tonos de esa voz cuando se pierde entre otras. ¡Buenísima, excelen­te criatura! No nos hace usted en verdad justicia. Crea que también hay verdadero afecto y constan­cia entre los hombres. Crea usted que estas dos cosas tienen todo el fervor de
F. W.

Debo irme, es verdad. Pero volveré o me reuniré con su grupo en cuanto pueda. Una pala­bra, una mirada me bastarán para comprender si debo ir a casa de su padre esta noche o nunca.
La zozobra de Anne se termina con esta carta, el capitán estaba todavía tan enamorado de ella como ella de él. Y el romance se reanuda, además de esta carta, cuando luego de haber depositado esta declaración se reencuentran en la calle. Allí se resuelven aún más los recelos y malentendidos entre ambos. 

Entradas anteriores:
Persuasión (Resumen e Impresiones. Capítulos I-X) 
Persuasión (Resumen e Impresiones. Capítulo XI-XX)

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