Puedo decir que, literariamente, desde fines
del 2.012, me siento bastante romántica; a la sazón, inicié el 2.013 queriendo
ponerme al día con los libros de moda; así, debido a que sé que se trata de una
novela romántica, y era la novela que tenía más al alcance, empecé a leer el
revelador, y popularísimo estos días, Cincuenta
Sombras de Grey.
Si valió la pena darle el beneficio de la
duda al libro, todavía no puedo definirlo; me entretuvo, sí; no pude dejar de
leerlo hasta que lo terminé, sí; fue romántico… a su manera, sí; quiero,
desesperadamente continuar leyendo la historia, sí; pero ¿es mi clase de
libro?, aún no lo sé. No obstante, aquí va mi apreciación.
Cincuenta Sombras de Grey (Fifty Shades of Grey) es una novela
erótica de la autora inglesa E.L. James que tiene su argumento en la intensa,
de alguna manera, relación entre Anastasia Steele, una recién graduada en
literatura inglesa, y el atractivo millonario Christian Grey, un hombre oscuro con
tendencias sexuales muy definidas; el hombre es adicto al BDSM.
Para comenzar, no creo en el afecto que se da
por un sencillo intercambio de palabras, puedo creer en la atracción física
entre un hombre y una mujer por una simple mirada, pero no creo en ese deseo
incontrolable que se plantea acá. Anastasia queda afectada por Grey desde que
le conoce cuando, sustituyendo a su compañera de cuarto, Katherine Kavanagh,
debe entrevistar al billonario para un artículo del periódico estudiantil de
WSU, universidad en la que ella y su amiga estudian. Pero dejo pasar esta inconformidad
tan común en los libros de hoy en día. Bueno… tampoco debo olvidar que se trata
de una novela erótica. No puede esperarse más que una atracción ilimitada e
instantánea. Así, continúo leyendo el primer capítulo hasta que empiezo el
segundo en el que la mejora un poco hasta que Grey acude al bar a buscar a
Anastasia, y es ahí donde verdaderamente me enganchó la novela.
En cuanto al erotismo del libro, que
probablemente es lo que más intriga al público –no a mí–, las escenas son
seductoras y sensuales. Lo que al BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión,
Masoquismo) refiere, me pareció repulsivo. Y, particularmente, me fastidiaba
que hubiera más diálogo durante el planteamiento de la escena sexual que en
otras. Hubiera querido conocer un poco más de los secretos de Grey, pero
supongo que saldrán a relucir en la segunda parte de la obra, Cincuenta Sombras Más Oscuras.
Entre lo que más disfruté durante la lectura
del libro fue el intercambio de correos entre los protagonistas. Me pareció que
los correos reflejaban el verdadero afecto y estado de ánimo de los personajes
y le imprimieron frescura a la novela. También me pareció adecuado el final de
esta primera novela. Finalmente, yo, que soy admiradora de las grandes heroínas
literarias, y que siento un poco de vergüenza de haber sucumbido ante este tipo
de lecturas, admiré la determinación de la protagonista al retirarse de ese
estilo de vida oscuro en el que se está introduciendo; aunque sé que se
reiniciará en el segundo libro, si no, no habría una segunda y tercera parte.
Entre los elementos que me pareció que faltó
explicación resaltan, aunque queda claro que Grey es un acosador y sabe
investigar a la gente, que Anastasia nunca le pregunta a Grey cómo fue que dio
con ella en el almacén de Claytons, él tampoco le explica que siempre la
persiguió porque quería que fuera su sumisa, queda tácito, pero me habría
gustado que hubiera sido explicado por los personajes. Y, lo que me pareció
menos aceptable es que la autora no hubiera planteado los sentimientos de
Anastasia en cuanto a la inocencia de una joven cuyas primeras experiencias
sexuales fueran tan antipáticas como las que recibió Grey cuando tenía quince
años; esto, teniendo en cuenta que Ana siente repulsión por la famosa Sra.
Robinson, quien introdujo al joven a ese mundo extremo, mundo en el que él la
estaba introduciendo a ella también.
Cincuenta Sombras
de Edward Cullen.
También mi inclinación por leer este libro
inició, como Twihard, porque su
autora se inspiró en el libro de Stephenie Meyer, Twilight, para desarrollar su novela. Y lo cierto es que se inspiró;
literalmente.
Saber que Twilight, o que la autora, E.L.
James, había iniciado la escritura de este libro, a la par que leía Twilight,
no lo sé, me inspiró para leerlo; me dije, debe ser romántico a lo Twilight, y
lo fue, fue como leer Twilight, sin lo sobrenatural. Lo que me pareció raro.
Su protagonista, Christian Grey es críptico
como Edward Cullen; tiene gracia al caminar, como Edward Cullen; el cabello
revuelto, como Edward Cullen, y es millonario y poderoso, como Edward Cullen,
menos eso de que brilla con la luz del sol o que tenga la piel nívea y fría. En
cuanto a Anastasia Steele, Anastasia Steele es Bella Swan. Se viste como Bella
Swan (o K. Stew), converse y jeans; piensa como Bella Swan; ensimismada como
Bella Swan y su amor por Grey es complaciente como el de Bella por Edward, por
este amor complaciente se somete a las prácticas sexuales extremas de Grey.
En relación a la historia, también sigue el
hilo de Twilight. Se conocen, él le asegura que es peligroso y que ella debe
mantenerse alejada de él pero ya no puede mantenerse alejado de ella porque lo
tiene hechizado –bueno, lo de hechizado me recordó más a Darcy–, y,
como Grey no puede brillar, vivir eternamente o hacer que Ana viva eternamente,
como Edward a Bella, el secreto de Grey es que es un atractivo, enigmático y
perverso adicto al sexo tan extremista que hace firmar a sus amantes un contrato
explícito de lo que pueden o no hacer durante sus encuentros. Como base de este
afecto, Ana Steele es virgen como Bella y solo Grey, como Edward, tendrá este
privilegio de terminar con su estado de inocencia. La escena del auto que casi
atropella a Bella, en Twilight, es, por cuestiones terrenales, cambiada acá por
una bicicleta, un vehículo más creíble de atajar que una camioneta, que casi
atropella a Ana cuando sale con Grey a tomar un café. Como Grey no puede correr
rápido como Edward es un gran piloto de cualquier tipo de aviones así que puede
estar en diferentes cuidades en pocas horas porque, además, posee su propia
flota de aviones. Los padres de Ana son divorciados, como los de Bella. Y
Anastasia prefiere que la llamen “Ana”, como Isabella prefiere “Bella”.
Son muchas las similitudes entre Twilight y
las Cincuenta Sombras. En el final Ana y Christian se separan, lo que me lleva
a preguntarme si Cincuenta Sombras Más Oscuras seguirá el ritmo de New Moon.
Adaptación al cine
Otra razón que me animó a leer rápidamente
esta historia es que será próximamente adaptada al cine. No quiero imaginar lo
caliente que va a ser esta película; sin embargo, todavía no se ha definido
quienes interpretarán a Anastasia y Christian. A mí me gustaría ver a Alexis
Bledel como Ana, ella ya ha hecho estos personajes de la chica estudiosa que
empieza a incursionar en el mundo de las editoriales y tiene a su favor que su
apariencia es tan virginal como lo requiere el personaje. En cuanto a Cristian,
me inclino por Ian Somerhalder aunque Matt Bomer le añadiría esa elegancia
necesaria.
Por último, aunque no es exactamente el
estilo de historias que me apasiona leer, esta lectura es tan adictiva que
necesito saber cómo termina, así que tendré que ponerme al día con las
continuaciones, Cincuentas Sombras Más Oscuras y Cincuenta Sombras Liberadas.
Me pasa lo mismo que a ti...a ver...el libro es de lo más (poner palabra que una quiera) pero es adictivo aunque sea de lo más repetitivo...tanto morderse el labio, poner los ojos en blanco...Él es tan perfeco y ella tan torpe...bueno...lo que ocurre es que engancha y si olvidas tantas y tantas escenas XX te pregutnas...¿a ver que le pasa a este tío tan perfecto para ser así? Y claro..ya te ves en el segundo...
ResponderEliminarSi le añades la perfecta selección de música (y toca el pino como Edward!!!) ya lo llevas crudo...
Ya nos contarás que te parece el segundo y el tercero y por cierto Bomer es perfecto pero Cavill...
http://www.youtube.com/watch?v=H699qRoxqUk
¡Ah! Y no creo que la Bledel acepte el papel...^_^
Besos
Hola, Noelia, gusto en saludarte otra vez.
ResponderEliminarAh, sí, Rory Gilmore sería ideal, creo que ella hizo casting para el papel, ¿o no?, me parece que lo leí en alguna parte...
Uff, sí, toca el piano como Edward, es todo como Edward, eso no me gustó nada, de hecho me sentí mal leyendo que fuera tan Stephenie Meyer, le copió todo el estilo. Quiero pensar que Grey es su idea de Edward más carnal, no vampiro, manteniéndose oscuro como Edward y encontrando la salvación en Anastasia. Creo que todo mejora en el segundo libro, ¿no crees tú? El segundo libro me mantuvo rara también hasta que el descubre su gran secreto y me vuelve a enganchar la historia, que por cierto, me ha gustado más por ser más rosa.
Sí, estaré haciendo mis comentarios sobre el segundo y tercer libro.
¡Saludos!
xx