sábado, 12 de enero de 2013

Fifty Shades of Grey



Puedo decir que, literariamente, desde fines del 2.012, me siento bastante romántica; a la sazón, inicié el 2.013 queriendo ponerme al día con los libros de moda; así, debido a que sé que se trata de una novela romántica, y era la novela que tenía más al alcance, empecé a leer el revelador, y popularísimo estos días, Cincuenta Sombras de Grey.

Si valió la pena darle el beneficio de la duda al libro, todavía no puedo definirlo; me entretuvo, sí; no pude dejar de leerlo hasta que lo terminé, sí; fue romántico… a su manera, sí; quiero, desesperadamente continuar leyendo la historia, sí; pero ¿es mi clase de libro?, aún no lo sé. No obstante, aquí va mi apreciación.
Cincuenta Sombras de Grey (Fifty Shades of Grey) es una novela erótica de la autora inglesa E.L. James que tiene su argumento en la intensa, de alguna manera, relación entre Anastasia Steele, una recién graduada en literatura inglesa, y el atractivo millonario Christian Grey, un hombre oscuro con tendencias sexuales muy definidas; el hombre es adicto al BDSM.
Para comenzar, no creo en el afecto que se da por un sencillo intercambio de palabras, puedo creer en la atracción física entre un hombre y una mujer por una simple mirada, pero no creo en ese deseo incontrolable que se plantea acá. Anastasia queda afectada por Grey desde que le conoce cuando, sustituyendo a su compañera de cuarto, Katherine Kavanagh, debe entrevistar al billonario para un artículo del periódico estudiantil de WSU, universidad en la que ella y su amiga estudian. Pero dejo pasar esta inconformidad tan común en los libros de hoy en día. Bueno… tampoco debo olvidar que se trata de una novela erótica. No puede esperarse más que una atracción ilimitada e instantánea. Así, continúo leyendo el primer capítulo hasta que empiezo el segundo en el que la mejora un poco hasta que Grey acude al bar a buscar a Anastasia, y es ahí donde verdaderamente me enganchó la novela.
En cuanto al erotismo del libro, que probablemente es lo que más intriga al público –no a mí–, las escenas son seductoras y sensuales. Lo que al BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión, Masoquismo) refiere, me pareció repulsivo. Y, particularmente, me fastidiaba que hubiera más diálogo durante el planteamiento de la escena sexual que en otras. Hubiera querido conocer un poco más de los secretos de Grey, pero supongo que saldrán a relucir en la segunda parte de la obra, Cincuenta Sombras Más Oscuras. 
Entre lo que más disfruté durante la lectura del libro fue el intercambio de correos entre los protagonistas. Me pareció que los correos reflejaban el verdadero afecto y estado de ánimo de los personajes y le imprimieron frescura a la novela. También me pareció adecuado el final de esta primera novela. Finalmente, yo, que soy admiradora de las grandes heroínas literarias, y que siento un poco de vergüenza de haber sucumbido ante este tipo de lecturas, admiré la determinación de la protagonista al retirarse de ese estilo de vida oscuro en el que se está introduciendo; aunque sé que se reiniciará en el segundo libro, si no, no habría una segunda y tercera parte.
Entre los elementos que me pareció que faltó explicación resaltan, aunque queda claro que Grey es un acosador y sabe investigar a la gente, que Anastasia nunca le pregunta a Grey cómo fue que dio con ella en el almacén de Claytons, él tampoco le explica que siempre la persiguió porque quería que fuera su sumisa, queda tácito, pero me habría gustado que hubiera sido explicado por los personajes. Y, lo que me pareció menos aceptable es que la autora no hubiera planteado los sentimientos de Anastasia en cuanto a la inocencia de una joven cuyas primeras experiencias sexuales fueran tan antipáticas como las que recibió Grey cuando tenía quince años; esto, teniendo en cuenta que Ana siente repulsión por la famosa Sra. Robinson, quien introdujo al joven a ese mundo extremo, mundo en el que él la estaba introduciendo a ella también.

Cincuenta Sombras de Edward Cullen.
También mi inclinación por leer este libro inició, como Twihard, porque su autora se inspiró en el libro de Stephenie Meyer, Twilight, para desarrollar su novela. Y lo cierto es que se inspiró; literalmente.
Saber que Twilight, o que la autora, E.L. James, había iniciado la escritura de este libro, a la par que leía Twilight, no lo sé, me inspiró para leerlo; me dije, debe ser romántico a lo Twilight, y lo fue, fue como leer Twilight, sin lo sobrenatural. Lo que me pareció raro.
Su protagonista, Christian Grey es críptico como Edward Cullen; tiene gracia al caminar, como Edward Cullen; el cabello revuelto, como Edward Cullen, y es millonario y poderoso, como Edward Cullen, menos eso de que brilla con la luz del sol o que tenga la piel nívea y fría. En cuanto a Anastasia Steele, Anastasia Steele es Bella Swan. Se viste como Bella Swan (o K. Stew), converse y jeans; piensa como Bella Swan; ensimismada como Bella Swan y su amor por Grey es complaciente como el de Bella por Edward, por este amor complaciente se somete a las prácticas sexuales extremas de Grey.
En relación a la historia, también sigue el hilo de Twilight. Se conocen, él le asegura que es peligroso y que ella debe mantenerse alejada de él pero ya no puede mantenerse alejado de ella porque lo tiene hechizado –bueno, lo de hechizado me recordó más a Darcy–, y, como Grey no puede brillar, vivir eternamente o hacer que Ana viva eternamente, como Edward a Bella, el secreto de Grey es que es un atractivo, enigmático y perverso adicto al sexo tan extremista que hace firmar a sus amantes un contrato explícito de lo que pueden o no hacer durante sus encuentros. Como base de este afecto, Ana Steele es virgen como Bella y solo Grey, como Edward, tendrá este privilegio de terminar con su estado de inocencia. La escena del auto que casi atropella a Bella, en Twilight, es, por cuestiones terrenales, cambiada acá por una bicicleta, un vehículo más creíble de atajar que una camioneta, que casi atropella a Ana cuando sale con Grey a tomar un café. Como Grey no puede correr rápido como Edward es un gran piloto de cualquier tipo de aviones así que puede estar en diferentes cuidades en pocas horas porque, además, posee su propia flota de aviones. Los padres de Ana son divorciados, como los de Bella. Y Anastasia prefiere que la llamen “Ana”, como Isabella prefiere “Bella”.
Son muchas las similitudes entre Twilight y las Cincuenta Sombras. En el final Ana y Christian se separan, lo que me lleva a preguntarme si Cincuenta Sombras Más Oscuras seguirá el ritmo de New Moon.

Adaptación al cine
Otra razón que me animó a leer rápidamente esta historia es que será próximamente adaptada al cine. No quiero imaginar lo caliente que va a ser esta película; sin embargo, todavía no se ha definido quienes interpretarán a Anastasia y Christian. A mí me gustaría ver a Alexis Bledel como Ana, ella ya ha hecho estos personajes de la chica estudiosa que empieza a incursionar en el mundo de las editoriales y tiene a su favor que su apariencia es tan virginal como lo requiere el personaje. En cuanto a Cristian, me inclino por Ian Somerhalder aunque Matt Bomer le añadiría esa elegancia necesaria. 
Por último, aunque no es exactamente el estilo de historias que me apasiona leer, esta lectura es tan adictiva que necesito saber cómo termina, así que tendré que ponerme al día con las continuaciones, Cincuentas Sombras Más Oscuras y Cincuenta Sombras Liberadas.

2 comentarios:

  1. Me pasa lo mismo que a ti...a ver...el libro es de lo más (poner palabra que una quiera) pero es adictivo aunque sea de lo más repetitivo...tanto morderse el labio, poner los ojos en blanco...Él es tan perfeco y ella tan torpe...bueno...lo que ocurre es que engancha y si olvidas tantas y tantas escenas XX te pregutnas...¿a ver que le pasa a este tío tan perfecto para ser así? Y claro..ya te ves en el segundo...
    Si le añades la perfecta selección de música (y toca el pino como Edward!!!) ya lo llevas crudo...
    Ya nos contarás que te parece el segundo y el tercero y por cierto Bomer es perfecto pero Cavill...
    http://www.youtube.com/watch?v=H699qRoxqUk
    ¡Ah! Y no creo que la Bledel acepte el papel...^_^
    Besos



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  2. Hola, Noelia, gusto en saludarte otra vez.
    Ah, sí, Rory Gilmore sería ideal, creo que ella hizo casting para el papel, ¿o no?, me parece que lo leí en alguna parte...
    Uff, sí, toca el piano como Edward, es todo como Edward, eso no me gustó nada, de hecho me sentí mal leyendo que fuera tan Stephenie Meyer, le copió todo el estilo. Quiero pensar que Grey es su idea de Edward más carnal, no vampiro, manteniéndose oscuro como Edward y encontrando la salvación en Anastasia. Creo que todo mejora en el segundo libro, ¿no crees tú? El segundo libro me mantuvo rara también hasta que el descubre su gran secreto y me vuelve a enganchar la historia, que por cierto, me ha gustado más por ser más rosa.
    Sí, estaré haciendo mis comentarios sobre el segundo y tercer libro.
    ¡Saludos!
    xx

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