Para celebrar los 235 años del nacimiento de mi Querida Jane Austen opté por mirar la película que inició todo mi amor por ella: Becoming Jane. Sin Orgullo y Prejuicio (versión de Keira Knightley), Becoming Jane y mi sincero afecto por el cine, lector, yo jamás habría conocido a Jane Austen.
Hace un par de años mi esposo y yo estábamos viendo una película de época que trataba la historia de una joven inglesa que intentaba romper con todo lo establecido en su sociedad, Becoming Jane (La Joven Jane Austen), la película me recordaba a otra, Orgullo y Prejuicio, pues en ésta la joven en cuestión, Jane, de espíritu libre e ideas propias e independientes, era, como Lizzy, expuesta al matrimonio, como se supone que eran expuestas las jóvenes de su edad en la Inglaterra de esos años, pero ella, Jane, se oponía al proyecto de un matrimonio sin amor entre sus partes. Habiendo visto Orgullo y Prejuicio antes que Becoming Jane, pensé que ésta última trataba una problemática similar pues, en adición, esta joven Jane tiene el firme anhelo de convertirse en autora, algo que no sucede en la famosa Orgullo y Prejuicio, aún cuando no era bien visto que las mujeres de este momento se desarrollaran en la vida bajo esta profesión.
Becoming Jane continúa desarrollándose y aparece el héroe de la trama, el Mr Darcy de la otra película, James McAvoy en el papel de Tom Lefroy, este encantador y misterioso joven, quien, como ella, tiene una respuesta acertada para toda ocasión. Muchos aspectos de Orgullo y Prejuicio, así como líneas, se repiten en Becoming Jane, Jane es especialmente unida a su hermana Cassandra, tal como Lizzy con Jane (en O&P), hay una niña enamoradiza que reúne cualidades de Lydia Bennet, aunque tendría la edad de Margaret Dashwood y sería tan abstraída como Mary Bennet, Mrs Gresham establece el rol de carácter tal como Lady Catherine de Bourgh, y un joven poco atractivo, en cualquier sentido, intenta obtener la mano de Jane, como Mr Collins la de Lizzy.
Mi esposo y yo estábamos entretenidos con la película, esperaba, yo, al menos, que Lefroy y Jane, luego de los obstáculos pudieran casarse como Darcy y Elizabeth, pero no miento, lector, esto no sucede. Finalmente ocurre el momento revelador para mí, quien no tenía idea de que había existido una extraordinaria mujer como Jane Austen, en el que se le atribuye la autoría del libro, de esa otra película, Orgullo y Prejuicio, entonces entendí la similitud entre ambas: con Becoming Jane se trata de exponer que Orgullo y Prejuicio había sido un reflejo de su romance con Tom Lefroy, estableciéndolo a él como Mr Darcy. Después el momento más penoso para mí, esas desconsoladas palabras, que me tocaron el alma, al término de la película, Jane vivió una corta vida y dejó en ella seis grandiosas novelas, Lefroy, después de los contratiempos expuestos en la trama, fue un abogado exitoso y lo que más me dolió, que una mujer como ella, como Jane, no volviera a ser correspondida en el amor, ni ella ni su hermana Cassandra se casaron -bueno, esta última reflexión viéndola, yo, desde el punto de vista romántico, pues de estos detalles, sus admiradores, sabemos muy poco.
A partir de este punto inició mi obsesión por todo lo que significan Jane Austen y su mundo, sus novelas y la Inglaterra en la que existió, por qué era tan importante para las mujeres casarse en los siglos XVIII y XIX, en los que ella vivió, y por qué Jane defendía por medio de su letra su postura de que no había que hacerlo si no existía amor, el matrimonio para ella no significaba un simple contrato para mejorar la condición social femenina, como lo deja saber a través de su obra.
La Austenita cumanesa |
¡Felicidades en tu día, Jane!
Jane Austen (1775-1817)