viernes, 31 de diciembre de 2010

Una Navidad Diferente vs. La Navidad de los Kranks

Fue entretenido haber leído Una Navidad Diferente en víspera de Navidad pues me pareció haber estado viviendo, en carne propia, como Luther Krank, algo del escándalo monetario del que éste quiere escapar saltándose la Navidad, en el libro, gastos en comida –que afortunadamente no los tengo pues mi padre sigue siendo el anfitrión de la cena de Nochebuena (mal por mí)–, los obsequios de Santa, ¿o el Niño Jesús?, el tráfico, y la locura en la calle y los centros comerciales; sin embargo, y, supongo, de esto trata el libro, ¿qué sería de la Navidad sin todas estas tradiciones?
Una Navidad Diferente
Una Navidad Diferente, en inglés, Skipping Christmas, que traduce, Saltando la Navidad, es uno de los tantos libros del autor estadounidense John Grisham. La historia inicia el Día de Acción de Gracias con el matrimonio Krank en el Aeropuerto para despedir a su única hija, Blair, quien tras terminar la universidad con excelente expediente se ofrece como voluntaria del Cuerpo de Paz, por esto debe viajar este particular día hasta Miami para luego, desde allí, partir a Perú, donde prestará el voluntariado.
Debido a toda la locura que también significa, para los estadounidenses, Thanksgiving, o el Día de Acción de Gracias, sumada a la obstinación del protagonista de la historia, Luther Krank, a razón de una sencilla compra de chocolate blanco, que solicitara a éste su esposa Nora, en el supermercado más elegante del vecindario, en un día lluvioso, Krank comienza a fantasear con la idea de saltarse el ajetreo y despilfarro económico que acarrea la Navidad e inicia el cálculo matemático de todos las gastos incurridos el año anterior por la época, 6.100 dólares aproximadamente…
El nueve por ciento de mis ingresos brutos –dijo con incredulidad–. Seis mil cien dólares. En efectivo. Nada menos que seis mil cien dólares no deducibles.
Luther trabaja para una compañía de asesoría fiscal Wiley & Beck, en un edificio donde convergen otras oficinas como una agencia de viaje en la que se asesora sobre diversos paquetes de viaje, cruceros específicamente, 3.000 dólares cuesta el paquete para él y Nora en el Island Princess, una lujosa y hermosa embarcación que les llevará a distintas islas del Caribe, y todo 3.000 dólares menos que los gastos en que incurrieron por Navidad la temporada pasada. Luther compra el paquete y convence a Nora de que lo mejor será saltarse la Navidad este año, especialmente porque Blair no podrá venir a verlos; y saltarse la Navidad implica, abandonar, olvidar por completo, cualquiera de las tradiciones que la época requiere, no al árbol ni a las luces, sin Frosty, el muñeco que todas las casas del vecindario en el que viven colocan en el tejado religiosamente cada año, no a la cena navideña, no a los regalos y no a la beneficencia, no a todo; pero, en una vecindad como la de la calle Hemlock, es poco probable que una familia pueda saltarse la Navidad sin que existan consecuencias.
Una Navidad Diferente es una encantadora comedia para leer en Navidad. Fue, además, agradable, después de tiempo, haber leído algo narrado en tercera persona y desde el punto de vista masculino.


Christmas with the Kranks
(Está relacionado con la primera parte del artículo, Una Navidad Diferente)
Qué curioso que después de haber leído Una Navidad Diferente, el libro de John Grisham, uno de los canales de televisión por cable estuviera transmitiendo Christmas with the Kranks (Una Navidad de Locos), la adaptación al cine del libro de Grisham, Skipping Christmas; fue curioso también, para mí que había visto la película antes de leer el libro, que además de la entrada de la obra, en la película, en la que se explica la aversión de Krank por la Navidad, ésta se desarrollara con los últimos ocho capítulos de la novela, a partir de que Blair, la hija de los Krank, anuncia a sus padres, en víspera de Navidad, que está en Miami, que regresa con su novio peruano, con quien aspira casarse en seis meses, a casa y que anhela mostrarle a éste, inocente de los planes de sus padres de saltarse la Navidad, todas las tradiciones a la que su menuda familia la tiene acostumbrada, la gran cena navideña, la hermosa decoración de la casa y Frosty en el tejado. En adición, la última parte de Christmas with the Kranks, la cena en casa de los Krank es más larga que en el libro y se añade un maleante que irrumpe en la morada Krank durante la nochebuena, escenas e historia que no aparecen en el libro, pero que podrían justificarse por el tono de la película. De cualquier manera, como el libro, es una agradable película para disfrutar estos días de pascua.
No es tarde para desear,
¡Feliz Navidad! Y ahora feliz 2011!

viernes, 24 de diciembre de 2010

Las novelas que leí en 2010

Un recorrido por las, tristemente, pocas novelas que leí este año.
Zapatos de Caramelo (Lollipop Shoes)
Este año lo inicié leyendo la segunda parte de un libro que no había leído, Chocoloat, y pensé que sería sencillo ponerme al corriente con su secuela debido a que había visto la adaptación al cine de éste, protagonizada por Johnny Deep y Juliette Binoche, pero me equivoqué.
Zapatos de Caramelo, en inglés, Lollipop Shoes, es la secuela de la novela, de Joanne Harris, Chocolat. Al iniciarla, como manifesté, pensé que sería sencillo comprender su historia y sus personajes, porque había visto la adaptación cinematográfica de Chocolat, que me había gustado mucho, sin embargo, fue todo muy engorroso. La novela inicia en fecha Miércoles, 31 de octubre, o lo que en Estados Unidos, por lo menos, se conoce como Halloween, pero éste no es un cuento estadounidense, se centra en una de las zonas populares de París, Montmartre, y una de sus narradoras, quizás la voz principal de la novela, Zozie de l´Alba, quien es de origen inglés.
Es un hecho relativamente poco conocido que, en el transcurso de un año, se envían cerca de veinte millones de cartas a los muertos.
Es la primera oración de la novela y que más o menos guía la historia, pero Zozie de l´Alba no es la mujer que cocina las deliciosas exquisiteces achocolatadas de Chocolat, no, ésa es Vianne Rocher, quien se presenta en el segundo capítulo con otro nombre, Yanne Charboneau; bien, Yanne o Vianne pone al corriente al lector con lo que fue su historia desde Chocolat, en Lansquenet-sous-Tannes, Vianne erró de pueblo en pueblo ya no con una sola hija, sino con dos, Anouk y Rosette, y es entonces la prometida de Thierry le Tresset, “un divorciado de cincuenta y un años, tiene un hijo, va a misa y es sólido como una piedra”.
Si me pregunta el lector, los capítulos que más me entretenían de la novela eran los relativos a Anouk, o Annie, la tercera narradora, e hija de Vianne, una niña encantadora, ahora de once o doce años, muy perceptiva, juiciosa y prejuiciosa, con ciertos líos internos respecto a su madre y al matrimonio que ésta pretende llevar a cabo con Thierry le Tresset porque desde Chocolat su consentido es Roux, ese gitano interpretado por Johnny Deep en la película Chocolat. “Roux, el de la melena pelirroja y desafiante, la sonrisa reticente y la adorada barca a la deriva bajo las estrellas”.
La novela está dividida en ocho partes y se desarrolla entre el 31 de octubre y el 24 de diciembre, de haber sabido esto antes no habría escogido Lollipop Shoes como la primera obra que leer en el año pues habría estado muy acorde para las fiestas de diciembre, es entretenida, aunque muy larga, innecesariamente, para mi gusto, inteligente e interesante el hecho de las tres narradoras, donde la magia, la intriga, la familia y el amor están presentes durante su historia; mucho más interesante será que ocurra en el cine la adaptación de esta segunda parte de Chocolat.

Ifigenia
Seguido leí la novela que fue para mí el descubrimiento literario del año, Ifigenia, de la autora venezolana Teresa de la Parra, penoso, porque siendo su paisana debí leer esta obra, por lo menos, cuando tenía quince años.
Ifigenia es la historia, narrada en primera persona, de María Eugenia, una joven huérfana que regresa a Venezuela, desde París, para vivir bajo la tutela de su Abuelita y su tía Clara en la Caracas de comienzos del siglo XX y que se dispone a escribir un diario porque se sentía fastidiada.
Fue curioso haber leído Ifigenia después de la obra de Austen o las hermanas Brontë; Teresa de la Parra tiene su propio estilo literario y no puede emplear, por las latitudes en que es desarrollada su novela, Caracas, alguno elementos frecuentes en los trabajos de ambas autoras citadas, como el campo en el que a Austen agradaba presentar a sus personajes, o Charlotte, cuya Jane Eyre habita dentro del glamour de una vieja y lujosa casa como Thornfield Hall, además del otoño, el invierno, la primavera y el verano que se observa a lo largo de las obras, sin embargo, podría decirse que Caracas no era la ciudad que hoy es y la Abuelita y la tía Clara de María Eugenia trataban de pasar por una familia de élite, siquiera en apariencias. María Eugenia es, en adición, una joven de espíritu e ideas independientes, como Elizabeth Bennet o Jane Eyre, vetadas y censuradas en la Caracas de la época, una jovencita como ella, sin dinero ni familia, solo podía aspirar a hacer un buen matrimonio sin que importaran las órdenes del corazón. Por lo tanto me gusta pensar en Teresa de la Parra no como discípula de Jane Austen o Emily Brontë pero sí como alumna del romanticismo europeo.

Lady Susan
Jane Austen es mi autora literaria predilecta y Lady Susan es una de sus obras que no había leído todavía y no puedo explicar por cuál razón.
Lady Susan es la historia, narrada de manera epistolar, de Susan Vernon, una sofisticada viuda de la sociedad de Inglaterra del siglo XIX quien busca desesperadamente casar a su única hija con un soltero adinerado, Sir James Martin, y casarse ella misma con un hombre mucho menor que ella Reignald De Courcy, a partir de estos puntos, y luego del conflicto que se iniciara en la residencia Manwaring cuando fuera objeto de las galanterías estimuladas de este hombre casado, se teje toda la entretenida historia de Lady Susan en la que el cotilleo y presunciones normales en las novelas de Austen se mantienen presentes.
Lady Susan no es la novela habitual a las que nos tiene acostumbrados Jane Austen, y Susan Vernon, ciertamente, no es la heroína que deseamos leer en una novela romántica, aunque, quizás, Lady Susan, tampoco sea una novela precisamente romántica sino más bien una historia para llamar la atención sobre un punto específico, en una época en la que el mínimo desliz escandalizaba, el adulterio.

Jane Eyre
No es la primera vez que leo Jane Eyre, de Charlotte Brontë.
Jane Eyre es la historia de una niña huérfana que es enviada, por su bienhechora, pero despiadada, tía, Mrs Reed, al internado Lowood y que al cumplir dieciocho años se anuncia en el periódico como aspirante para ser institutriz. Este anuncio es respondido por Mrs Fairfax, de Thornfield Hall, y así, Jane pasa a ser la instructora de Adèle, una niña protegida por Mr Rochester, amo de Thornfield Hall, con quien Jane establece una íntima amistad que se transforma en amor, un apasionado amor.
Jane Eyre es considerada un clásico de la literatura inglesa y de la literatura universal, particularmente admiro a ésta determinada heroína por su valor y tenacidad para enfrentar las arbitrariedades que se le presentan durante la primera parte de su vida, incluso desde que era una niña, una heroína de la que todavía aprendo, una joven que a pesar de su poca fortuna nunca titubeó sobre hacer lo correcto.

Una Navidad Diferente
(Aún leyendo)
El día de Acción de Gracias, Luther y Nora Krank deben acompañar al atestado aeropuerto a Blair, su hija, quien después de culminar sus estudios universitarios se planteó la realizable idea de postularse como voluntaria del Cuerpo de Paz, y para esto debe viajar a una recóndita comunidad de Perú. Luther, un obstinado asesor fiscal, luego de efectuar ciertos cálculos sobre los exorbitantes gastos familiares incurridos la navidad pasada decide y propone a Nora saltarse la navidad.
Conocía Una Navidad Diferente, o Skipping Christmas, gracias a que me gustan las películas de Tim Allen, de hecho, Christmas with the Kranks suele ser una de mis películas predilectas por todo el contenido navideño que la rodea, sin embargo no tenía idea de que estaba basada en el libro del autor John Grisham, entretenido y muy divertido de leer en esta época de gastos y gastos, en la que se pone muy en práctica eso de dar y recibir, pero de manera escandalosa, y muy apropiado para todos aquellos Scrooge que están contra las compras compulsivas de la Navidad.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Jane Eyre (Resumen de Capítulos XXI al XVI e Impresiones)

Luego de mucha dilación, acá el resumen, y mis impresiones, sobre los siguientes capítulos de la novela de Charlotte Brontë, Jane Eyre.
Tal vez algunos lectores no estén de acuerdo, y perciban la novela Jane Eyre como una obra únicamente romántica, pero mi opinión es que, además del romanticismo que la rodea, parece siempre envuelta en un halo misterioso, en la que los presentimientos y la intuición forman parte del desarrollo normal de la historia.
Al inicio del Capítulo XXI Jane explica sus constantes sueños con un niño pequeño, y argumenta en el relato que “soñar con niños es signo seguro de  desgracia, o para uno mismo o para otros”; el significado de los constantes sueños se confirman cuando Robert Leaven, chofer de los Reed y esposo de Bessie, se presenta en Thornfield Hall para participarle a Jane la desafortunada noticia de que la tía Reed estaba al borde de la muerte, enferma de gravedad, y que John Reed había fallecido hacía una semana.
Antes de partir a Gateshead Hall, Jane conversa sus propósitos y planes para su futuro con Mr Rochester, ella, observadora de toda la distinción que se tenía a Blanche Ingram en Thornfield Hall y, por supuesto, negada a formar parte de la familia cuando ésta se convirtiera en la Sra. Rochester, propone a su amo que, para cuando la unión suceda, él encuentre un colegio para Adèle pues ella se marchará de su lado a partir de entonces.
-Prométame una cosa. Que cuando necesite esa nueva colocación me la pida. Yo se la encontraré.
-Lo haré con gusto, si a su vez me promete que Adèle y yo saldremos de esta casa antes de que entre en ella su esposa.
Jane viaja a Gateshead Hall, después de los acuerdos con Rochester, y allí consigue que su tía Reed, en su último respiro, todavía la reprocha y siente la misma aversión que sintiera por ella cuando era niña. Quizás con estas palabras de Mrs Reed, cuando Jane se acerca a su lecho, pueda explicarse el odio que sentía hacia ella, si es que ese sentimiento pudiera justificarse de alguna manera:
Su madre me era muy antipática. Era la única hermana de mi marido y él la quería mucho. Cuando se casó y murió al poco tiempo, mi esposo lloró como un tonto. Se empeñó en recoger a su hija, aunque yo le aconsejaba enviarla con una nodriza y pagar los gastos. Odié a aquella pequeña desde que la vi, tan enfermiza, tan llorona... No se durmió en su cuna como los demás niños, sino que pasó la noche lloriqueando. Reed se compadecía de ella y no hacía más que informarse de su salud, como si fuera hija suya, o más aún, porque de sus hijos, a esa edad, casi no se preocupaba. Se empeñaba en que mis niños tratasen bien a aquella mendiga y les reprendía si se negaban. Cuando enfermó mortalmente, no hacía más que llamar a la pequeña a su lado y me encargó antes de morir que la conservase bajo mi custodia. ¡Encargarme de una hospiciana! Reed era débil, muy débil. John no se parece a su padre, gracias a Dios: es como mis hermanas y como yo.
Más adelante Mrs Reed muestra un ligero arrepentimiento por su conducta hacia Jane, le pide perdón y le presenta una carta que había llegado para ella de su tío John Eyre, hacía tres años, y que le había ocultado, en la que éste manifestaba su intención de adoptar a su sobrina, sin embargo Mrs Reed miente en su contestación y expone que la pequeña falleció de tifus en el colegio Lowood.
Con el fallecimiento de la tía Reed, un mes después, Jane regresa a Thornfield.
Sentía verdadero placer en reunirme con Mr Rochester, aunque acibarado por el pensamiento de que en breve dejaría de verle y de que, además, nada había de común entre él y yo.
El sentimiento de duda respecto al matrimonio de Rochester con Blanche Ingram continuaba atormentándola, nada se sabía respecto a la celebración de la boda y llamaba su atención que éste nunca visitaba Ingram Park.
La manera en que Rochester proclama su amor a Jane en el capítulo veintitrés, más hermoso de toda la novela, es sencillamente apasionada, encantadora, astuta, inteligente y, quiero agregar, muy al estilo de los caballeros de hoy en día. Y definitivamente difícil de resumir en un artículo de estos, como muestra, aún así, un fragmento de las palabras de Rochester en su declaración de amor.
Es como si en el lado izquierdo de mi pecho tuviese una cuerda que vibrara al mismo ritmo que otra que usted tuviese en análogo lugar y se uniera de un modo invisible a la mía.
Bien, Rochester y Jane Eyre se comprometen; Mrs Fairfax desaprueba la relación pues, con razón, presume que su amo se burlará de la muchacha, claro, nunca había visto anunciarse un matrimonio tan desigual, un soltero adinerado, de cierta edad, y una joven, sin riquezas, institutriz; por esto le aconseja discreción y evitar contacto, cualquier manifestación de afecto, con su novio hasta el matrimonio.
En presencia de extraños yo me manifestaba, como antes, deferente e impasible, y sólo en nuestras veladas a solas me permitía contrariarle y zaherirle. Cada tarde, a las siete en punto, enviaba a por mí y, cuando yo me presentaba, las dulces frases de «amor mío», «querida» y otras análogas estaban ausentes de sus labios. Las mejores que me dedicaba eran «muñeca deslenguada», «espíritu maligno», «bruja», «veleta», etc. En vez de caricias, me hacía muecas; en vez de apretarme la mano, me daba pellizcos; en vez de besarme, me aplicaba severos tirones de orejas. Pero yo prefería estas muestras de afecto a otras más íntimas. Noté que Mrs. Fairfax aprobaba mi actitud y que sus temores se desvanecían. Rochester afirmaba que yo le estaba quemando la sangre y me amenazaba con fieras venganzas en lo futuro. Pero me reía de sus amenazas, creía obrar con acierto y pensaba que después sabría  obrar lo mismo, ya que si el procedimiento de ahora no resultaba adecuado después, otro se encontraría.
Dos noches antes de la boda de Jane y Rochester, una extraña mujer, una figura fantasmagórica, como una aparición, se presenta ante Jane y destruye el velo de su vestido de novia, Rochester le explica que con seguridad se trataba de Grace Poole, pero Jane asegura haberla visto bien y dificulta que pudiera tratarse de Grace, aún así acepta su explicación.
Te lo explicaré todo, Jane. Ha sido medio sueño y medio realidad. Sin duda una mujer entró en tu cuarto. Y no fue -no pudo ser- otra que Grace Poole. Te parece un ser extraño, y no te falta razón, si consideramos lo que nos hizo a Mason y a mí. Sin duda encontrándote medio dormida y algo febril, la viste entrar y le atribuiste una forma fantástica distinta a la que tiene en realidad: el largo cabello desmelenado, la faz oscura e hinchada, la exagerada estatura.  Todo ello son ficciones de pesadilla. El episodio del velo es real, y muy apropiado al modo de ser de esa mujer. Ya veo que deseas  reguntarme por qué conservo en mi casa a una persona así... Pues bien, te lo diré cuando llevemos casados un año y un día, pero no ahora ¿Estas  satisfecha, Jane? ¿Aceptas esta solución del misterio?

martes, 21 de diciembre de 2010

The Holiday

Siempre que leo un buen libro o veo una buena película me pregunto: ¿cómo no se me ocurrió esta historia a mí? Otra comedia romántica que no puedo dejar de ver para celebrar la navidad es: The Holiday (Las Vacaciones o El Descanso).
The Holiday es una película escrita y dirigida por la súper mujer Nancy Meyers, y es para mí un clásico de las comedias románticas. Dos mujeres, Iris y Amanda, una en Surrey-Inglaterra y la otra en Los Ángeles-Estados Unidos, deciden, por motivos parecidos, cambiar de casas por la navidad.
Iris es una solitaria y sentimental editora, enamorada, sola, de un escritor del periódico para el que trabaja, mientras Amanda es una moderna y exitosa empresaria, del negocio del cine, quien toma la resolución de tomar vacaciones como medida por el rompimiento con su novio, quien le fuera infiel; su propósito es pasar la navidad en un lugar donde nadie la conozca pues, según ella, de este modo no habrá cabida para sentirse sola. Para llevar a cabo el proyecto, Amanda visita algunas páginas en Internet y encuentra este sitio, esta acogedora casa, Rosehill Cottage, en Surrey, Inglaterra, a 40 minutos del excitante Londres, solo que no es una casa que puede ser rentada, está disponible únicamente como intercambio y pertenece a Iris, la enamorada y solitaria joven mujer inglesa quien ese mismo día recibe la penosa noticia de que su amor imposible, Jasper Bloom, se ha comprometido en matrimonio. La solicitud de Amanda, de alquilar Rosehill Cottage, parece perfecta para Iris solo si intercambian moradas por dos semanas.
Como otras películas de Meyers, The Holiday es manejada con estilo, buenas líneas, argumento, paisajes y ese sentido clásico de los buenos diálogos y relaciones ingeniosas entre sus personajes; por esta razón, The Holiday es el presente de navidad de este blog…
¡Felices fiestas!
Mariela
xx

It´s Complicated (Es Complicado)


Creo que es genial el sentido con el que la cineasta Nancy Meyers, escritora y directora, trata en sus películas a las mujeres de cierta edad.
Será por que es navidad y en esta época me gusta ver todas estas películas agradables, continué con una que no tiene mucho de la natividad pero que, sin embargo, es entretenida, aunque debo admitir que entre Something´s Gotta Give y The Holiday (mi favorita) no es la que más me gusta de las historias de Meyers.
It´s Complicated (Es Complicado)
Jane, como dije, es una genial mujer de cierta edad, gracias a ese interesante toque de Meyers, quien lleva divorciada de Jake diez años, es independiente, administra y gerencia su propia pastelería, tiene una hermosa casa –y no exagero–, que produce la envidia del espectador, es sensata y parece no tener intención en enamorarse otra vez aunque refleja ese ligero sentimiento vulnerable que tanto me agrada, y que es indispensable, en las heroínas de las comedias románticas del cine. Bien, Jane debe viajar a Nueva York para la graduación de uno de sus hijos y allí coincide con Jake, quien volvió a casarse con una mujer mucho más joven que Jane, pero además de coincidir con él para el evento, una vieja chispa renace entre ambos que lo vuelve todo, pues… complicado.
It´s Complicated es una comedia romántica que tiene todo los ingredientes de las películas de Nancy Meyers, la dama solitaria e independiente que se ve envuelta en un lío amoroso, esta vez sin importar la edad, Nancy Meyers tiene ese poder de hacer sentir a la mujer hermosa y radiante en cualquier período de su vida, para mí, que estoy obsesionada con el envejecimiento, es un consuelo que existan películas como ésta, o Alguien Tiene que Ceder (Something´s Gotta Give), que ensalzan el valor y la belleza femenina sin importar cuántas velas estén sobre el pastel de cumpleaños.
Nancy Meyers

jueves, 16 de diciembre de 2010

¡Feliz Cumpleaños, Jane!

Para celebrar los 235 años del nacimiento de mi Querida Jane Austen  opté por mirar la película que inició todo mi amor por ella: Becoming Jane. Sin Orgullo y Prejuicio (versión de Keira Knightley), Becoming Jane y mi sincero afecto por el cine, lector, yo jamás habría conocido a Jane Austen.
Hace un par de años mi esposo y yo estábamos viendo una película de época que trataba la historia de una joven inglesa que intentaba romper con todo lo establecido en su sociedad, Becoming Jane (La Joven Jane Austen), la película me recordaba a otra, Orgullo y Prejuicio, pues en ésta la joven en cuestión, Jane, de espíritu libre e ideas propias e independientes, era, como Lizzy, expuesta al matrimonio, como se supone que eran expuestas las jóvenes de su edad en la Inglaterra de esos años, pero ella, Jane, se oponía al proyecto de un matrimonio sin amor entre sus partes. Habiendo visto Orgullo y Prejuicio antes que Becoming Jane, pensé que ésta última trataba una problemática similar pues, en adición, esta joven Jane tiene el firme anhelo de convertirse en autora, algo que no sucede en la famosa Orgullo y Prejuicio, aún cuando no era bien visto que las mujeres de este momento se desarrollaran en la vida bajo esta profesión.
Becoming Jane continúa desarrollándose y aparece el héroe de la trama, el Mr Darcy de la otra película, James McAvoy en el papel de Tom Lefroy, este encantador y misterioso joven, quien, como ella, tiene una respuesta acertada para toda ocasión. Muchos aspectos de Orgullo y Prejuicio, así como líneas, se repiten en Becoming Jane, Jane es especialmente unida a su hermana Cassandra, tal como Lizzy con Jane (en O&P), hay una niña enamoradiza que reúne cualidades de Lydia Bennet, aunque tendría la edad de Margaret Dashwood y sería tan abstraída como Mary Bennet, Mrs Gresham establece el rol de carácter tal como Lady Catherine de Bourgh, y un joven poco atractivo, en cualquier sentido, intenta obtener la mano de Jane, como Mr Collins la de Lizzy.
Mi esposo y yo estábamos entretenidos con la película, esperaba, yo, al menos, que Lefroy y Jane, luego de los obstáculos pudieran casarse como Darcy y Elizabeth, pero no miento, lector, esto no sucede. Finalmente ocurre el  momento revelador para mí, quien no tenía idea de que había existido una extraordinaria mujer como Jane Austen, en el que se le atribuye la autoría del libro, de esa otra película, Orgullo y Prejuicio, entonces entendí la similitud entre ambas: con Becoming Jane se trata de exponer que Orgullo y Prejuicio había sido un reflejo de su romance con Tom Lefroy, estableciéndolo a él como Mr Darcy. Después el momento más penoso para mí, esas desconsoladas palabras, que me tocaron el alma, al término de la película, Jane vivió una corta vida y dejó en ella seis grandiosas novelas, Lefroy, después de los contratiempos expuestos en la trama, fue un abogado exitoso y lo que más me dolió, que una mujer como ella, como Jane, no volviera a ser correspondida en el amor, ni ella ni su hermana Cassandra se casaron -bueno, esta última reflexión viéndola, yo, desde el punto de vista romántico, pues de estos detalles, sus admiradores, sabemos muy poco.
A partir de este punto inició mi obsesión por todo lo que significan Jane Austen y su mundo, sus novelas y la Inglaterra en la que existió, por qué era tan importante para las mujeres casarse en los siglos XVIII y XIX, en los que ella vivió, y por qué Jane defendía por medio de su letra su postura de que no había que hacerlo si no existía amor, el matrimonio para ella no significaba un simple contrato para mejorar la condición social femenina, como lo deja saber a través de su obra.
Este 16 de diciembre se celebra el nacimiento de una de las mujeres más importantes para la literatura, que ha tocado corazones y conciencias alrededor del mundo y que sigue influenciando a muchas mujeres, e incluso hombres, a través de su trabajo, hasta en los rincones más recónditos del planeta, como Cumaná, donde vive una Austenita, una Janeita, una admiradora de Jane Austen, la autora y la mujer de los ideales.
¡Felicidades en tu día, Jane!
Jane Austen (1775-1817)

domingo, 12 de diciembre de 2010

New Moon (Luna Nueva)


Debí haber iniciado mis impresiones con Twilight, lo sé, pero sucede que estos días uno de los canales de televisión por cable ha estado transmitiendo Luna Nueva y, como buena Twihard (o fanática de Twilight), la he visto incesantemente. Admito que puedo ver cualquiera de las tres adaptaciones de la saga una y otra vez sin aburrirme...
…Recuerdo mi pasión por la novela de Stephenie Meyer la primera vez que leí Crepúsculo, parecía que era adolescente otra vez, literalmente no podía dejar de leer y siempre necesitaba leer más y más, recuerdo también que Crepúsculo fue el obsequio de mi esposo por mi 30 cumpleaños, aunque comencé a leerlo por octubre pero en noviembre, antes de que estrenaran en el cine la segunda parte de esta película, Luna Nueva, ya había terminado los cuatro libros de la saga.
Después de Crepúsculo, inocente de todo lo que sucedería después, recurrí al Mundo del Libro, esta librería de mi localidad en la que nunca consigo Orgullo y Prejuicio o Jane Eyre, y compré Luna Nueva, la segunda parte de Twilight, y en una semana ya había devorado el libro; lo que más me inquietó de la obra fueron esas cuatro hojas vacías: Octubre, Noviembre, Diciembre, Enero. No sé si Kristen Stweart captó verdaderamente el sentimiento de Bella, como su personaje en el libro, al perder a Edward, no lo sé, pero esa escena de la película siempre me saca algunas lágrimas, tal vez sea que evoco las cuatro páginas vacías de la novela y ello me pone sentimental, pero es muy triste; por otro lado me disgusta mucho en la película esos correos dirigidos a Alice inexistentes en el libro, por lo demás, creo que es una buena adaptación. Bueno, como es costumbre, aunque dudo que existan personas que desconozcan Twilight, explicaré ahora, muy brevemente, de qué se trata New Moon.
New Moon (Luna Nueva) es la segunda parte de otra película, Twilight (Crepúsculo), basada en la novela de Stephenie Meyer, que continúa el romance de una joven mortal con un vampiro adolescente. La película, como el libro, inicia con la víspera del dieciocho cumpleaños de Bella y su inconformidad porque continuará envejeciendo mientras su novio vampiro siempre lucirá de diecisiete años. Alice, hermana adoptiva de Edward, prepara una fiesta para conmemorar la mayoría de edad de Bella en casa de los Cullen, pero cuando Bella destapa uno de sus obsequios se corta con el papel de regalo, lo que desata la sed de la familia vampiro, especialmente de Jasper, quien es nuevo en eso de contener la sed por la sangre humana…
Luna Nueva es la continuación de una película que aborda ese amor adolescente inolvidable, de amistad, desamor, sacrificios, despedidas y reencuentros, con la variante de que sus protagonistas son una muchacha corriente y un vampiro.

Nota: la autora pudo haber tomado algunas ideas para la novela de Romeo & Julieta, de hecho, esta obra es mencionada tanto en el libro como en la película.

Eat, Pray, Love (Comer, Rezar, Amar)


Otra película que tampoco había visto y anhelaba ver es Eat, Pray, Love (Comer, Rezar, Amar), mi hermana me había hablado del libro y me lo había recomendado, aunque todavía no lo he leído porque quería ver la película antes, por eso de que las películas siempre defraudan a los ávidos lectores, y un buen libro siempre gusta más después de que se aprecia una buena adaptación del mismo. Bien, aclarando también, así como me gusta leer libros, me gusta ver películas románticas, por lo que soy coleccionista de éstas, ahora, para que se entienda lo que trato de exponer, no sé qué pasó con mi DVD que perdí los primeros 3 minutos de Eat, Pray, Love, pero supongo que esos primeros tres minutos reflejan la incomodidad de Liz con su matrimonio.
Eat, Pray, Love (Comer, Rezar, Amar), es una película basada en el libro autobiográfico, hasta donde sé, de Elizabeth Gilbert, que refleja su inconformidad con la vida que lleva y que para intentar recuperarla se toma un año sabático en el que tratará de descubrirse así misma. Primero viajará a Italia (lo que más me gustó de la película pues los paisajes son bellísimos), donde lleva a cabo la primera de sus premisas, comer, después de cuatro meses viaja a la India, donde aprende a meditar y lleva a cabo, con ciertos tropiezos para adaptarse, otro de los planes de su viaje, rezar, y por último viaja a Bali, para continuar la meditación, donde finalmente vuelve a Amar, como lo explicaría mi hermana.
Ya estoy pensando en mi top 5 películas 2.010, espacios especialmente ocupados por el género romántico del cine, y es bastante probable que Eat, Pray, Love ocupe uno de estos cinco privilegiados puestos, aún no lo decido pero las probabilidades son grandes…

Nota: Además de los paisajes italianos, lo que más me gustó de Eat, Pray Love fue la actuación de Bardem. Y como aficionada a la comedia romántica, pienso que el rol de Liz también lo habría llevado bien Sarah Jessica Parker, solo digo... 

Going the Distance (Amor a Distancia)


Esta tarde estuve viendo una de las comedias románticas de este año que todavía no había visto y que quería ver: Going the Distance (o, Amor a Distancia), y pensé lo raro que ha de ser para una pareja de actores, como Drew Barrymore y Justin Long, trabajar juntos como novios en la ficción cuando en sus vidas reales también lo son –o al menos dicen que son–, especialmente raro cuando tienen que actuar esas discusiones comunes en cualquier noviazgo, pero bueno, de esto no se trata este artículo, aunque aprovecho para expresar la buena química que existe entre estos dos artistas.
Cuando Erin es mal evaluada por el periódico para el que es pasante, el Centinela de Nueva York, conoce a Garret, éste, a su vez, había sido abandonado por su novia, en un bar y empiezan a salir, pero resulta que la pasantía de Erin está por terminar y en lo que esto suceda deberá regresar a San Francisco; cuando esto ocurre se sienten enamorados, seguros de que su romance todavía puede continuar, y deciden probar una relación a distancia.
Going the Distance (en español, supongo, Amor a Distancia) no es, para mí, la comedia romántica de este año pero sí una agradable película que cuenta con los ingredientes esenciales de este género del cine, es dulce, tiene unos protagonistas carismáticos (y con mucha química entre ellos), con mi favorito final feliz; por lo tanto, si es fanático de las comedias románticas, como yo, estoy segura, también le gustará.