Esta tarde estuve viendo una de las comedias románticas de este año que todavía no había visto y que quería ver: Going the Distance (o, Amor a Distancia), y pensé lo raro que ha de ser para una pareja de actores, como Drew Barrymore y Justin Long, trabajar juntos como novios en la ficción cuando en sus vidas reales también lo son –o al menos dicen que son–, especialmente raro cuando tienen que actuar esas discusiones comunes en cualquier noviazgo, pero bueno, de esto no se trata este artículo, aunque aprovecho para expresar la buena química que existe entre estos dos artistas.
Cuando Erin es mal evaluada por el periódico para el que es pasante, el Centinela de Nueva York, conoce a Garret, éste, a su vez, había sido abandonado por su novia, en un bar y empiezan a salir, pero resulta que la pasantía de Erin está por terminar y en lo que esto suceda deberá regresar a San Francisco; cuando esto ocurre se sienten enamorados, seguros de que su romance todavía puede continuar, y deciden probar una relación a distancia.
Going the Distance (en español, supongo, Amor a Distancia) no es, para mí, la comedia romántica de este año pero sí una agradable película que cuenta con los ingredientes esenciales de este género del cine, es dulce, tiene unos protagonistas carismáticos (y con mucha química entre ellos), con mi favorito final feliz; por lo tanto, si es fanático de las comedias románticas, como yo, estoy segura, también le gustará.
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