viernes, 9 de julio de 2010

ECLIPSE


No sé si se trata de un placer culposo, me refiero a que usualmente los seguidores de Austen no consideran de ninguna manera a Stephenie Meyer, pienso que por ser tan comercial, sin embargo, en mi caso, Twilight (Crepúsculo) y New Moon (Luna Nueva) son de esas novelas de amor que te atrapan y que no puedes dejar de leer... Al menos así fue con estas dos.
Con el mismo interés inicié la lectura de Eclipse, el estilo de Meyer puede ser adictivo, sin embargo ésta no logró la misma ilusión en mí respecto al primer amor como con sus dos primeras obras. Pienso que ella se extravió un tanto de la historia y la volvió muy trivial, no la excuso pero, tal vez debido a que cuando escribió Eclipse ya Twilight estaba negociada con Summit y con un contrato de esa índole quién no habría fantaseado con toda la parafernalia que Hollywood exige. Esto está clarísimo, debía haber más palea, más acción y menos romance en los siguientes libros.
Lo mismo me pasó con Eclipse, la película, y me siento de alguna manera traidora porque me considero admiradora de la saga Crepúsculo, pero si bien la película es la que está mejor adaptada de las tres -a mi parecer-, y la escena en la que el clan Cullen ataca a Victoria, la que más me agradó, el tema del libro, de la película, sigue sin gustarme. ¿Por qué? Pues, porque si el amor entre Edward y Bella es tan puro y leal como lo vendió Meyer en los dos primeros libros, entonces cuál fue la razón de hacerla parecer (a Bella) más enamorada de Jacob en Eclipse.
Aún así, esperaré el desastre de la representación cinematográfica de Breaking Dawn (Amanecer), las dos películas, obra en la que a Meyer terminaron de acabársele las ideas para el desenlace de una bonita historia de amor.

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