Desde que terminé de leer Buenas Esposas me he debatido entre publicar mi entrada sobre ambas novelas, Mujercitas y Buenas Esposas, ahora o esperar hasta diciembre para hacerlo, pero mi necesidad de compartir mis impresiones sobre ambas obras ha requerido que sea en este momento. Habría sido extraordinario posponer la revisión para Navidad por la especial conexión que ambas novelas tienen con esa época del año, sin embargo, no es erróneo hacerlo ahora aún cuando la importancia de la Navidad está muy presente en las historias.
NAVIDAD no será Navidad sin regalos -murmuró Jo, tendida sobre la alfombra.
Entretejida entre encantadores pasajes, simpáticas historias y adecuadas moralejas, Mujercitas es una de las grandes obras de la literatura romántica; escrita por la autora estadounidense Louisa May Alcott, fue publicada en el año 1.868, y narra los eventos ocurridos en las vidas de las jóvenes hermanas March, siempre guiadas por el cariño, abrazo, inteligencia y certeza de su madre. Cada capítulo va acompañado de un sabio consejo y de grandes actos e interpretaciones; de todo lo que pueda estar relacionado con madurar.
Saben que la razón por la que mamá propuso que no hubiera regalos esta Navidad fue porque el invierno va a ser duro para todo el mundo, y piensa que no debemos gastar dinero en gustos mientras nuestros hombres sufren tanto en el frente. No podemos ayudar mucho, pero sí hacer pequeños sacrificios y debemos hacerlos alegremente.
La novela se desarrolla en medio de la relación de las cuatro hermanas March, cuyas edades oscilan entre los doce y dieciséis años; Meg es la hermana mayor, y una de las más bonitas de todas, de carácter sociable, coqueta y algo presuntuosa, Jo es la más decidida y dinámica de las cuatro, su única belleza es su cabellera morena, y es, dentro de la trama, el personaje más importante, pues, con frecuencia, la novela nos será relatada desde su punto de vista; en Mujercitas será Jo nuestra agradable protagonista. Beth representa la bondad y Amy, la hermana menor, la vanidad.
Como en otras novelas del género, las March no son adineradas, lo fueron, pero ahora deben arreglárselas con muchas restricciones aunque con felicidad; las hermanas mayores trabajan, Meg es institutriz de los niños de una familia adinerada y Jo es la acompañante de su antipática, pero adinerada, tía March; no obstante a ninguna de las dos les agrada el trabajo que realizan.
¡Ay de mí! ¡Qué difícil se hace tomar las bolsas y echar a andar! -suspiró Meg la mañana después del baile. Habían terminado las vacaciones, y una semana de diversión no resultaba lo más adecuado para continuar el trabajo, que nunca le había gustado.
Las vidas de las March se dinamiza cuando en la casa vecina viene a vivir el nieto del viejo señor Laurence, a quien formalmente conocen las hermanas March mayores cuando asisten a un baile de sociedad durante el año nuevo.
Bajaron la escalera sintiéndose algo tímidas, porque rara vez iban a reuniones de sociedad, y aunque aquélla no era muy formal, para ellas constituía un acontecimiento.
Little Women no es precisamente una novela romántica pero encaja dentro del género por la narrativa y estilo que su autora le da, no hay una historia amorosa sobre la que gire nuestra protagonista, solo al final del relato, no Jo sino Meg es víctima de un momento romántico al estilo de tantas otras obras de la literatura femenina. Mujercitas, esencialmente, trata de la convivencia familiar y de las vicisitudes que pueden atravesar unas muchachitas muy jóvenes cuando son obligadas a madurar bruscamente. Amé esta novela por la simpatía con la que invita al lector a formar parte de ese seno familiar de los March con cada palabra escrita, cada párrafo, cada página, cada hoja. No hay villanos acá solo gente común con anhelos y castillos en el aire como cualquiera de nosotros.
Buenas Esposas
Voy a revelar que antes que hubiera leído las novelas había visto esa adaptación en la que Winona Ryder es Jo, y sabía, de alguna manera, los acontecimientos que iban a suceder en la novela; lo que no sabía era que Little Women (Mujercitas) tenía una segunda parte, Good Wives, que he visto traducida como “Las Mujercitas se Casan” o “Buenas Esposas”, y que termina por definir la historia de las March.
Suceden tres años desde el compromiso de Meg con John Brooke, el antiguo tutor de Laurie antes de que fuera a la universidad, así que está por producirse esa boda; el estado de salud de Beth no ha sido bueno desde la última vez que enfermó de fiebre escarlatina; se le puede ver a Jo más sumergida en sus composiciones y a Amy más madura y menos vanidosa desde que fuera la sucesora de Jo como compañera de la tía March.
En lo que a Jo se refiere, no tuvo que volver a casa de la tía March, pues la anciana le tomó tal afición a Amy que la sobornó con el ofrecimiento dé lecciones de dibujo por uno de los mejores profesores del momento. Por esa ventaja en perspectiva, Amy hubiera servido a patronas aún más severas que tía March. Así, pues, Amy dedicaba las mañanas al trabajo, las tardes a las diversiones, y le iba muy bien con ese sistema. Entretanto, Jo se dedicaba a la literatura y a Beth, que había seguido delicada mucho tiempo después que su fiebre pasara a la historia.
Esta segunda novela presenta a las muchachas más maduras y con nuevos retos, Meg pasa a ser esposa y madre; Jo, al presentir que pudieran estarse desarrollando un cariñoso afecto de Beth por Laurie, prefiere marcharse a Nueva York para servir de institutriz a los chicos de la señora Kirke, una conocida de la señora March, lugar en el que también aprovecharía para conocer nuevos personajes y escribir. La señora Kirke atendía una pensión, y allí es donde Jo conoce al profesor Bhaer, quien ejerce gran influencia en sus actos futuros. Amy, por ser la protegida de la señora March y habiendo demostrado sus buenos modales y rectitud, es invitada por la tía Carroll a viajar a Europa. Laurie en vez de desarrollar sentimientos por Beth termina definiéndolos por Jo, pero Jo no se siente atraída por él. Muy despechado, Laurie parte a Europa donde se reencontrará con Amy durante el momento más triste de la novela.
Buenas Esposas es la conclusión de lo que inicia en la novela Mujercitas, cada hermana obtiene su final feliz en la medida en que corresponde a cada una. Continuando con el estilo de Mujercitas, en Buenas Esposas también se observa la moraleja y el aprendizaje de una nueva lección en cada capítulo y la madurez de sus personajes. Jo nuevamente es la heroína de la historia, aunque pudiera compartir ese rol con Amy, en quien se define el momento romántico de la novela.
No puedo opinar lo mismo de Good Wives que con Little Women, Mujercitas es una novela enteramente familiar y la falta de romance es excusable pero siendo las muchachitas ya todas unas señoritas no es tan perdonable que el afecto de Jo por su profesor fuera tan mecánico, o es quizás que todos hubiéramos querido verla enamorada de Laurie, con quien tenía una fuerte química; el profesor Bhaer no es ni la mitad de interesante que Laurie en esta segunda novela, pero era, quizás, por su madurez, el más adecuado para quedarse con Jo.
Algunas semejanzas que encontré con otras novelas son:
1. La autora no escoge a la hermana mayor de la familia como su heroína sino la hermana menor de ésta; este estilo me recuerda un poco a Orgullo y Prejuicio, novela en la que Austen realiza la misma escogencia de Lizzie sobre Jane Bennet.
2. Nuestras heroínas saben dibujar, escribir, fabricar vestidos, tocar el piano y aprenden otro idioma como todas las heroínas de la época.
3. Las chicas de bajos recursos económicos trabajan como institutrices, que era considerado el trabajo para las jóvenes de la época, como se ha visto antes en la novela Jane Eyre.