En 2.011, Katy se embarca en el más grande tour de su carrera. Fue un año de tremendo éxito y ruptura emocional.
No es emocionante cómo ahora podemos
disfrutar de los conciertos de nuestros cantantes favoritos desde la comodidad
de nuestras casas, en DVD o Blu-Ray, o
simplemente en uno de mis lugares favoritos en el mundo, el cine…
Mi cantante preferida estos días no es otra
que the one and only, la única, Katy
Perry. Me encanta la música de Katy, creo que es una chica auténtica, sus
canciones son simpáticas, alegres, divertidas y románticas, lo que tanto me
gusta, el romanticismo; por ello la disfruto tanto a Katy. Su álbum, Teenage Dream, yo lo consideraría uno de
los mejores álbumes Pop de los
últimos tiempos, ¡me encantan todas sus canciones!, mis favoritas son, por
supuesto, The One That Got Away y Teenage Dream. De la propia Katy, no lo
sé, no sé tanto de ella más de lo que se sabe por la prensa del corazón, pero
me agrada muchísimo, su alegría es contagiosa y, de lo que se ve, parece ser
una soñadora perseverante.
Katy, es una de las cantantes que se añadió a
ese grupo de famosos que documenta su carrera a través de una película. La
primera película que vi de este tipo fue This
is It, de Michael Jackson, inspirada en la última gira mundial que
preparaba este importante músico, y que fue un deleite para todos sus
admiradores; luego lo hizo Justin Bieber, pero no sé nada de esta última –lo
siento, Beliebers–. En julio de 2.012, se estrenó en el cine, en versión 3D, la
película Katy Perry: Part of Me, que
documenta la más grande gira de la cantante. Tengo que exponer que, más que una
admiradora –por supuesto, como admiradora, esta película tiene que tener un
valor más importante–, este documental es conmovedor y permite al público
conocer las raíces y tropiezos de la cantante antes de convertirse en este
fenómeno mundial.
Katy Perry: Part of Me es una película
preciosa, no me esperaba que fuera de esta manera, pensé que era más al estilo
concierto, pero fue mejor no obstante. Conocer cada uno de estos detalles que, con
tanta sinceridad, fueron agregados en este documental-película, la preparación
de una gira mundial, los altos y bajos de la vida de la cantante, desde la Katy
divertida y entusiasta, hasta la Katy vulnerable y, literalmente, sin maquillaje, ha sido especial. Es,
como ella misma lo dice, un cuento de hadas en el que no necesariamente es
imprescindible el príncipe azul.
Katy Perry: Part of Me, una de mis películas
favoritas del año. ¡Al fin!
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