El otro día estuve viendo una de mis cien películas favoritas: The Jane Austen Book Club (Conociendo a Jane Austen) y pensé dos cosas mientras la veía, una, cuán agradable sería reunir un grupo de amigas para discutir las novelas y temas tratados en la obra de Austen y, dos, qué regocijante sería que la biblioteca pública de mi localidad ofreciera una cena como a la que asisten los personajes de la película.
Sé que reunir las personas para discutir la labor de Austen parece sencilla pero no es fácil adquirir su material por este lado del mundo, su trabajo he debido leerlo a través de la red y no todos tienen el mismo grado de disposición y compromiso, aunque me atribuyo el logro de haber conseguido que mi primita, a quien le encanta esta clase de literatura romántica, se interesase por Orgullo y Prejuicio, su célebre Pride and Prejudice, y leyera la obra del mismo modo que lo hice yo. En el caso de la cena anual de la biblioteca es un simple anhelo de soñadora, sin embargo sería interesante el intercambio literario que se produciría de tal tertulia.
Mientras tanto, para nosotros, los amantes de la obra de Jane, The Jane Austen Book Club ha de constituir una de las películas más refrescantes y mejor tratadas en materia Austeniana, y creo que las principales inquietudes e ironías del trabajo de Jane Austen son puestos de manifiesto en este film.