No me gusta emitir opiniones destructivas, tampoco considero el uso de este blog para hacer criticas negativas sino el medio para plantear mis impresiones sobre las películas o libros que leo. Definido esto puedo señalar que aunque nunca fui admiradora de la serie Sex And The City, como amante de las comedias románticas, su película me conquistó, por consiguiente es una pena que su secuela me hubiera decepcionado tanto.
Si bien me gustó el tono sentimental y melancólico del final de la película, pues presenta a las parejas fuera de ese foco de perfección en el que las enmarca la sociedad, me defraudó un poco el resto de la película, ¿o quizás había depositado demasiada confianza en ella?
La primera película de Sex And The City me cautivó desde su primera escena tanto así que, de hecho, El Sexo y la Ciudad ocupa un selecto lugar entre mis veinte películas predilectas –que es ya todo un honor–, un privilegio del que ya no gozará su secuela.
Esta vez la historia toma como locación Abu Dhabi y no Nueva York, primer error de la trama –a mi parecer–. Carrie Bradshaw, ahora llamada “Carrie Preston”, se siente aburrida de su corto matrimonio de dos años mientras “Big”, todo lo contrario, parece estar muy cómodo y seguro con la situación, aún así ésta testaruda mujer le plantea un sin fin de excusas para asegurar las circunstancias a su favor, circunstancias éstas que no son más que reflejo de inseguridad y por supuesto indecisión; de algún modo, no obstante, Carrie Bradshaw nos representa bastante bien a todas las mujeres. Para hacer la historia corta, la trama va conduciendo a las cuatro amigas: Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda a Abu dhabi, esta ciudad cuyas costumbres son muy tradicionales y nada liberales en contraposición con la conducta de Samantha, quien está atravesando la menopausia y en quien trataron de depositar las escenas hilarantes de la película; es acá, en Abu Dhabi, donde Carrie se encuentra con Aidan, su viejo amor, y tiene cierto coqueteo con él que los lleva a cometer un ligero adulterio (si es que el adulterio, de cualquier tipo, puede ser ligero), lo cual me pareció el punto más bajo de la película pues creo que Carrie Bradshaw, la de la primera película, jamás habría tratado, ni siquiera pensado, cometer semejante arbitrariedad, y mucho menos cuando el afectado habría sido Big.
Para cerrar quiero destacar la actuación de Penélope Cruz, la cual fue minúscula, pequeñísima, apenas perceptible (en minutos más no en grandeza), sin embargo excelente, a esta mujer da gusto verla trabajar. Sé que las personas que manifiestan sus impresiones sobre Sex And The City en blogs, etc., dedican una parte importante de sus artículos a la narración del vestuario utilizado por Carrie y la necesidad descarada de hacer compras compulsivas de estas mujeres u otras excentricidades, pero yo no pretendo hacerlo, en mi caso admiro la película por su esencia femenina, el vestuario y demás agregados no son relevantes para mí. Por último leí o creí leer que no habrá tercera parte de esta franquicia, es una pena porque pienso que de haberla todo se hubiera compuesto, después de todo, siempre es agradable ver reunidas a estas cuatro almas gemelas.
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