Si hubiera presentido, bueno, sí lo presentía, que me iba a gustar tanto, la habría dejado de última.
Recuerdo que hace unos meses estaban promocionando en la página El Rincón de la Novela Romántica una novela con un nombre particular: El Secreto de Jane Austen, y típico, siendo seguidora de la autora inglesa, leo esos dos nombres juntos y me obsesiono. Y tal cual. No creí que encontraría la novela, además, fui tan torpe que no copié el nombre y, entre tantos títulos, se me olvidó. Hasta que un día, milagrosamente, apareció.
Me gustó tanto que no dudaría, tengo ya varias novelas escogidas como favoritas del año, que El Secreto de Jane Austen termine siendo mi número uno general, y si la escojo, no sería exactamente porque es una excusa de la autora para dar sus puntos de vista sobre Jane Austen, sino porque se sintió verdaderamente como algo refrescante, una de esas historias que después que las lees te preguntas, cómo es que no se me ocurrió a mí.
No obstante, siendo una excusa para hablar, muy filosófica y acertadamente, de Jane
Austen, siento, y éste sería el único punto en contra de la novela, que
no era necesario que el título fuese "El Secreto de Jane Austen".
Algunas veces, y soy la que menos debe opinar al respecto pues tengo un
blog que utiliza libremente el nombre de mi autora consentida, se abusa
de su sello para atraer curiosos. Aun así, si olvidamos un poco esta
ligera falta, encontramos una novela encantadora, con personajes ricos,
chispeantes y enigmáticos, que se relacionan muy educada y culturalmente
en los lindos paisajes de Buenos Aires.
Laura Robles tiene idealizados a los caballeros y Julián apellida Cavallaro, cada uno en su mundo, ella muy dulce y soñadora, historiadora de profesión, y él un escritor amargado (yo también supongo que si Lizzy y Darcy vivieran en esta era serían, Lizzy una escritora y Darcy el dueño de Pemberley Books, Inc). Laura es una escritora amateur, tiene una novela sobre la que nadie sabe y se ha gastado todo el dinero de su doctorado en esta actividad. Un día conoce a este raro escritor, que apenas dice dos palabras y que pregunta todo como si fuera uno de esos niños de cinco años que quieren saberlo todo con preguntas exasperantes.
La historia es adorable, como está escrita en tercera persona nos permite conocer los pensamientos medio sucios de Cavallaro sobre Laura, un toque lindo que disfruté mucho al igual que sus ricas conversaciones telefónicas. Se habla de Jane Austen así como de personajes femeninos, relevantes, supongo, de la historia argentina. Es una novela dulce, bien cuidada, y, si no lo han leído antes, encantadora.
El Secreto de Jane Austen es una novela de Gabriela Margall.
Fase Uno del Proyecto Jane Austen: Completada.
Siguiente libro: Gente de Pemberley.
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