sábado, 28 de octubre de 2017

Proyecto Austen: Los Misterios de Udolfo



Libros / Jane Austen
 

“…Querida, ¿qué has hecho esta mañana? ¿Sigues leyendo Udolfo?”
“Eso es justamente lo que he estado haciendo, llegando al episodio del velo negro.”
“¿De veras? ¡Qué delicia…! Por nada del mundo consentiría en decirte lo que se oculta detrás de ese velo, ¿no estás muerta por saberlo?”

Si eres una Austenita has leído a Jane Austen una y otra vez, y si la has leído y releído sabrás que en su novela Northanger Abbey, su primera obra escrita, en la que satiriza un poco la novela gótica, recreando sus propios misterios en una abadía, hace mención de la novela de Ann Radcliffe, Los Misterios de Udolfo. Si eres esa chica tal vez  sientas curiosidad por saber de qué se trata esta historia y lo que se oculta detrás de ese velo comentado en la cita anterior.

 

Dejando aparte lo extremadamente descriptiva y larga que es, de haber sido escrita en esta época, habría sido una de esas sagas de ocho libros, y Emily una Katniss, que habría tomado la justicia por sus manos y liberado a todos los prisioneros de Udolfo; algo moderno con lo que todos nos habríamos enganchado y podido relacionar. No obstante, Emily es obediente y solo espera con resignación su destino, lo que no hace que la novela sea menos aventurera. Pero lo que quería explicar, es que, a pesar de su extensión, claramente puedo ver influencias de Ann en la narrativa y estilo de Jane, como por ejemplo en la creación de sus personajes, que aquí son más exagerados, la inclinación por la lectura, los paseos en solitario, la certeza en la solución de problemas y la solicitud de su protagonista. Por ejemplo, Emily, en su deferencia con su tía, Madame Cheron (luego Madame Montoni) me recordó un poco a Anne Eliott, de Persuasión, y su necesidad de prestar ayuda a sus familiares y conocidos, sin importar el trato bueno o malo que ellos puedieran darle.

“¿Por dónde has estado tan temprano? –dijo Madame Cheron, según entraba su sobrina en la habitación–. No apruebo esos paseos solitarios.”

La novela tiene elementos románticos, Emily se enamora perdidamente del Chevelier Valancourt, a quien conoce en el camino cuando viaja con su padre hacia  Languedoc, romance que seguimos a través de la historia aunque al final aparezca un nuevo prospecto, tan amable como Valancourt, que es Monsieur Du pont, y casi quiero que Emily se quede con él. Pero en sí tratamos con una novela gótica que entre una descripción y otra trata de influir en la mente del lector hasta hacerle creer que esa realidad paralela a nuestro mundo es también normal y tangible y de que vuelan vuelan. Hay escenas sobre canciones que nadie sabe de dónde provienen, todas asociadas a la pérdida humana, castillos góticos con pasadizos secretos, cuadros de personajes difuntos o cubiertos por velos que desvelan imágenes aterradoras, así como apariciones y desapariciones misteriosas.

“Al regresar a la alcoba, manifestó su deseo de contemplar de nuevo la cama, donde, según se acercaban por el lado opuesto al de la puesta que conducía al salón, Emily, con la leve luz que arroja la lámpara, pensó que algo brillaba en la parte más oscura de la habitación.”


Hay un punto de la novela en que crees que el título no está relacionado con el argumento que sigue a su protagonista, o al menos a mí me pasó, si es cierto que hay un misterio relacionado con la señora Laurentini, la dueña del castillo de Udolfo antes del malvado Montoni, pero no parece tener relación alguna con Emily hasta que, si estás interesado en leer esta obra, llegas al final, y la autora teje todos los hilos sueltos y comprendes el por qué del misterio... Pero todo lo que hay que leer para llegar ahí.

Si bien Los Misterios de Udolfo no será mi lectura del año, debo reconocer fue épica y entretenida; sin contar que ha sido importante leer una obra que Jane Austen leyó en su tiempo y que, nunca lo olviden, este tipo leyó en el nuestro.
 

Sinopsis
Tras haber quedado huérfana de padre y madre, la custodia de Emily es asignada a la madre de su padre, su tía, Madame Cheron. En su avaricia Madame Cheron contrae nupcias con Montoni, un hombre al que cree adinerado, y con el que se muda, junto con su sobrina, al castillo de Udolfo en Italia, lugar en el que ambas serán víctimas de su malicia.

Frases destacadas
“Una mente bien informada, solía decir, es la mejor seguridad contra el contagio de la locura y del vicio."

“…Pensamiento y estudio son igualmente necesarios para la felicidad de un país y para la vida de una ciudad."

“Aunque el esplendor pueda alcanzar en algún momento la felicidad, sólo es la viurtud la que consigue que sea permanente."

“Sin una cierta sencillez de corazón hay cosas que no se pueden comprender."

“No podía creer que las cosas, que parecían estar tan próximas, estuvieran, en realidad, tan distantes."

“Si cedes a la vanidad, tu felicidad se habrá perdido para siempre."

“Pocas condiciones son más dolorosas que las de la incertidumbre  cuando se trata del objeto de nuesto amor."

“La moderación es la virtud de los cobardes."

“La fortaleza de mi ánimo es igual a la justicia de mi causa."

“El pensamiento no puede ser siempre controlado por la voluntad."

“Habrías encontrado tu propia felicidad en salvar la mía."

Fase dos del Proyecto Austen 2017, Los Misterios de Udolfo: completada.
 

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