Creo que este año ha sido bueno en la
lectura. Ninguno de los libros que he leído ha sido desagradable o he tenido
que verme obligada a dejarlo porque me resulta aburridísimo continuar. Uno de
estos libros fue La Huésped, de la autora estadounidense Stephenie Meyer.
Mi primer impulso para leer el libro fue el
conocimiento de la adaptación al cine, que tenía las actuaciones de Saoirse
Ronan y Diane Kruger –solo esto sabía–, y si estas chicas estaban en la
película no podía ser mala, ¿o sí?; así que en cosa de dos semanas ya tenía
terminado el libro, que me pareció fascinante, inteligente y de mucha
introspectiva sobre la conducta humana, especialmente cuando es invadida por
una especie alienígena, conocidas como “almas”, que ocupa los cuerpos y mentes de
los seres humanos.
El sentimiento inmediato después de terminar un
libro que nos gusta –que está hecho película–, es ver la película para recrear todos los sentimientos y situaciones
que tanto nos emocionaron durante la lectura; y yo he estado ansiosa desde hace
meses por ver esta adaptación, pero el cine venezolano –o al menos el de mi
ciudad– no me acompañó en mi desesperación, por lo que tuve que conformarme con
el lanzamiento en DVD. Y qué bueno que fue así.
La Huésped (The Host) es una película del año
2.013, protagonizada por Saoirse Ronan, Jake Abel y Max Irons, dirigida por Andrew
Niccol y basada en la novela de Stephenie Meyer, que sucede durante la invasión
de la Tierra por un grupo de alienígenas conocidos como “Almas”, y la relación
que se desarrolla entre Melanie Stryder, una humana que es poseída por Wanderer, un alma viajera. La conciencia
y los sentimientos de Melanie por sus seres queridos, Jared y Jamie, son tan
poderosos que se resiste a desvanecer ante Wanderer, por lo que ajusta
conducirla hasta unas cuevas en el desierto, donde su tío Jebb los refugiaría,
de sobrevivir a la invasión. Cuando consigue llegar a las cuevas, los
sentimientos de Wanda y Melanie se ven en conflicto porque una de ellas no
permite que quiera a Jared ni a su nuevo conocido, Ian. La acción de la
película se enfoca en la Buscadora, que interpreta Diane Kruger, cuando
descubre el plan de escape de Wanderer.
Don´t Judge a Book by Its Movie
No voy a decir que la película fue mala pero
a esta lectora la decepcionó un poco, quizás porque me gustó mucho el libro y
no pude apreciar las modificaciones significativas del guión. Esposo dice que
mi decepción fue motivada por las altas expectativas que tenía y que luego no
pudieron ser superadas.
Quizás.
Pero yo prefiero enumerarlas:
Primero, muchas de las opiniones de Wanda, en
el libro, son manifiestas en la película a través de Melanie, la chica humana
que está presa en su propio cuerpo por “Wanderer”, el alma. Pero quizás esto
sea justificable por lo complicado que, imagino, habrá resultado para el
director el reto de plantear las conversaciones mentales entre ambas.
Segunda extravagancia: la forma en que
Wanderer deja su morada para ir en busca de Jared y Jamie fue completamente
alterada. Si no hubiera leído el libro habría pensado que de verdad el Alma pensaba
entregarlos a la Buscadora, cuando en realidad, ya estaba enamorada de ambos y
quería protegerlos, llevar a Melanie con ellos.
Tercero, la Sanadora, con quien Wanderer se
confiesa en el libro es sustituida por la Buscadora. Resalto que, en el libro,
Wanderer nunca confió en la Buscadora como alegremente confía en la película.
Y, ¡agh!, hablando de la Buscadora, lo que realmente me disgustó, de todo el
argumento de la película fue la exagerada relevancia que le dieron a ella, a la
Buscadora, y todas esas escenas de
persecuciones y riesgos cuando los humanos salían de la cueva para abastecerse
de alimentos y provisiones a la ciudad. Se suponía que Jared era experto en este
sistema y en el libro no es lo que sucede, al menos no con tanto peligro y
complicaciones.
Cuarto. Cuando leí la novela las escenas
entre Melanie y Jared son románticas y apasionadas, lo que se refleja en la
película, pero luego aparece Ian, enamorado de Wanda, y los sentimientos del
lector se ponen en conflicto porque Ian termina robándose el libro. Ahora, no
sé si será porque Saoirse Ronan tiene, en efecto, mejor química con Max Irons (Jared),
si es que Jake Abel (Ian) es pésimo actor, pero en la adaptación al cine
preferí, cien por ciento, a Jared sobre Ian. No fue así para mí en el libro. Es
confuso. Por otro lado quiero destacar el trabajo de Saoirse. Ella es el top de
la película para mí.
Quinto. No estoy segura si la nueva Wanda sea
la adecuada.
Y sexto, no quiero ni empezar con esa
minúscula botella de agua con la que Wanderer atraviesa el desierto. En el
libro cargaba tres o cuatro botellones y tuvo que proveerse de otro poco de
agua que encontró en una cabaña deshabitada en la mitad de la travesía.
En definitiva, creo que Stephenie Meyer se
dejó convencer, muy rápidamente, por el director, en hacer una adaptación más
de acción que romántica de su guión. Sinceramente espero que la reputación de
Meyer como productora mejore con Austenland, adaptación del libro de Shannon
Hale.
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