domingo, 5 de enero de 2014

Emma - Capítulos XXVI al XXX



En el último recuento de la novela Emma, de Jane Austen, conocimos los nuevos personajes que pasan a formar parte importante del entorno de Emma, de Hartfield y de Highbury; estos son Frank Churchill y Jane Fairfax. Especialmente la aparición de Frank Churchill tiene un gran efecto en los sentimientos de Emma.
Frank Churchill es hijo del señor Weston pero dado en adopción a los Churchill cuando la primera señora Weston falleció, siendo éste todavía un niño. Desde que los nuevos Weston se casaran había habido cantidades de promesas sobre la venida de Frank a Randalls, pero con infinitas excusas habían sido postergadas todas las visitas; hasta que finalmente el hombre apareció.
Churchill rápidamente establece amistad con Emma y es todo lo que ella había imaginado en él, un joven culto, amabilísimo y encantador, aunque no sea más que un zoquete, como se refiere a él su mismísimo padre, que sabe hacerse gustar a la gente, el más descarado de todos los hombres y el  titiritero de la novela, que juega con los sentimientos de la señora Weston, de Emma, de Jane Fairfax y de todos los personajes a su encuentro. Mas no quiero adelantarme demasiado a lo que sucederá con Frank Churchill.
Uno de los dilemas de la novela se presenta entre los capítulos XXVI y XXX cuando los Cole, una familia que fue forjándose a través del comercio, procedieron a organizar una cena. A la cena fueron invitados los Weston, Mr Knigtley, las Bates con Jane Fairfax, Harriet Smith, pero no había llegado la invitación de Emma, que Emma estaba decidida a declinar cuando sucediera porque los Cole no estaban a la suficiente altura de los Woodhouse; pero cuando llegó, con toda la ceremonia con que se le debía invitar a la señorita Woodhouse y a su padre a la reunión, dudosa y persuadida por sus amistades, Emma termina aceptando asistir a la cena.
En la cena, Frank y Emma vuelven a conspirar contra Jane Fairfax, esta vez por un delicado y costoso pianoforte que le fue obsequiado de manera anónima a Jane aunque se especulaba que había sido un regalo de los Campbell, la familia que había acogido a la joven desde que perdiera a sus padres; sin embargo, Emma estaba segura de que el piano había sido un obsequio de los Dixon, específicamente de Mr Dixon, el reciente esposo de la única hija de los Campbell, que profesaba gran admiración por el estilo musical de Jane y del que Emma le creía enamorada.

La llegada de este piano ha sido algo decisiva para mí. Yo quería saber un poco más y esto me lo revela todo.

Durante la reunión, la señora Weston se acerca a Emma para plantearle una suposición que recientemente le
tenía inquieta. La señora Weston se había enterado de que la señorita Bates y su sobrina, Jane Fairfax, habían sido trasladadas al salón de los Cole en el carruaje de Mr Knightley, lo que la llevó a pensar que, debido a la admiración y predilección que Knightley siempre había profesado por Jane Fairfax, que la creía una muchacha perfecta, y con semejante detalle de proporcionarles el traslado con tal Jane no se enfermera, Knightley debía estar enamorado de la señorita Fairfax. Y la señora Weston ya podía imaginar la boda.
La sola idea de Knightley casado inquieta a Emma, quien se niega a creerlo enamorado de Jane Fairfax. No. Knightley no puede casarse. No debe existir una señora Knightley en Donwell Abbey. El destino de su sobrino, el heredero de Donwell, se ponía en juego si Knightley se casaba. Y cómo se le ocurría a la señora Weston pensar que Knightley era el emisario secreto del pianoforte de Jane Fairfax solo porque admiraba su manera de tocar y siempre había lamentado que no tuviera uno para practicar. Imposible.
Por otro lado, los celos, todavía no declarados, de Knightley por Frank Churchill son evidentes para el lector. No parece querer estar en el mismo ambiente que Churchill y cada vez que puede lo desacredita, siendo la opinión de Knightley la que da exactamente en el objetivo de la descripción correcta de quién es Frank Churchill, un tipo exhibicionista, hipócrita, que hace halagos y está de acuerdo con todo mundo sólo por caer bien.
La idea de una nueva reunión, de un nuevo baile, alienta la ilusión de los jóvenes; Emma y sus excelentes ideas forman parte del proyecto de Frank, al menos diez parejas en el baile, Emma le había concedido los dos primeros bailes, con lo que el proyecto de los Weston, unir a Frank y a Emma, se ve casi encarrilado, pero todo se viene abajo cuando los Churchill exigen la presencia de Frank en Escombe inmediatamente, sin dilación. Durante la despedida de Frank en Hartfield, que ya había pasado a despedirse de las Bates y su sobrina, casi le confiesa un secreto a Emma. ¿Cuál es ese secreto? ¿Será que está enamorado de ella?

Citas Destacadas:

  • “Las tonterías dejan de serlo cuando las comete alguien que tiene personalidad y sin avergonzarse de ellas.”

  • “Un espíritu despierto y equilibrado no necesita contemplar grandes cosas, y para todo lo que ve encuentra respuesta.”

  • “¡Qué placer volver a oír una melodía que nos ha hecho felices!”


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