Aunque reúna todas las perfecciones del mundo, creo que no debería dejarse sentado como indudable que un hombre tiene que ser aceptado por todas las mujeres que a él se le ocurra querer.
La última vez de la revisión de la novela de Jane Austen, Mansfield Park, Maria Betram se había casado con Mr Rushworth, y Henry Crawford regresó a Mansfield motivado en conquistar a Fanny Price.
Desde los días en que William Price, hermano de Fanny, había estado en Mansfield, ella no había vuelto a saber de él, y ahora el mismísimo Henry le traía extraordinarias noticias: William era teniente. El almirante, tío de Henry, había ayudado al muchacho sin conexiones para que se elevara en el rango, todo esto solicitado por Henry como parte de su plan de conquistar a Fanny, y el plan continuaba con la exposición de sus sentimientos por ella.
Ahora bien, si esto fuera Orgullo y prejuicio, o Fanny Price fuera Elizabeth Bennet, Fanny habría salido airosa de su conquista; Eliza habría actuado con cautela, tal vez, si Wickham, en vez de ser un farsante, se hubiera mostrado bondadoso con ella aunque hubiera sido en el acto egoista de conquistarla, pero estamos hablando de Fanny Price, una muchacha de principios inquebrantables, y Henry Crawford era un hombre que le era despreciable, por el que no sentía estima, aunque ahora tenía algo que deberle, el nuevo rango de su hermano.
"¡No, no, no! -exclamó ella, ocultando su rostro-. Todo esto es un absurdo. No me torture. No puedo escucharle más. Su amabilidad en el caso de William me obliga con usted más de lo que cabe expresar con palabras; pero no quiero, no puedo soportar, no debo escuchar esas... No, no; no piense en mí. Aunque ya sé que no piensa en mí en realidad. Sé muy bien que no hay nada de esto."
Claro, no era para menos la reacción de Fanny después de todo lo que había observado en Henry y su actuación con sus primas. Era obvio que no la quería, sólo trataba de conquistarla y ella no estaba hecha para ello.
Fanny estaba emocionada, preocupada, temblorosa por todo; agitada y feliz, angustiada, profundamente agradecida, sumamente irritada. ¡Era algo increible! ¡Él se había portado de un modo imperdonable, incomprensible! Pero eran tales sus hábitos, que no podía hacer nada sin mezclar un poco de maldad. Previamente la había hecho la más feliz de las criaturas humanas, y ahora la insultaba... No sabía qué pensar, cómo enjuiciarlo, cómo considerarlo. Hubiera preferido que no hablase en serio; y, sin embargo, ¿qué podía excusar la utilización de tales palabras y ofrecimientos, si era sólo con el propósito de burlarse?
El asunto es que, a pesar de su negación, Henry se atrevió a pedirle su mano a su tío.
El disgusto de Sir Bertram al ver la estupidez de su sobrina, de rechazar a un hombre, a un prospecto, como Henry Crawford, que habría querido para sus propias hijas, le hace tomar medidas extremas. Fanny estaba demasiado acostumbrada a la opulencia de Mansfield. Era necesario que regresara a Porstmouth con su familia, que viviera la necesidad que ya no recordaba, en la que vivían los suyos; sólo así volvería en sus sentidos y vería en Henry la salida a su destino.
Tal era el hogar que había de distraerla de Mansfield e inducirla a pensar menos en Edmund con sentimientos más moderados, no podía pensar en otra cosa que en Mansfield, en sus queridos habitantes, en sus felices costumbres.
Citas Destacadas:
"De no haber sido tan intachable su elección, yo hubiera condenado su perseverancia."
"Uno se familiariza con Shakespeare sin saber cómo. Forma parte de la naturaleza de todo inglés."
"Más difícil es hablar bien que componer bien."
"Los contratiempos sirven siempre para conseguir después algo mejor."
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