Conocí a Elizabeth Eulberg con el Club de los Corazones Solitarios y desde entonces me convertí en su admiradora, quisiera leer más libros de ella pero aquí, donde vivo, es muy difícil encontrarlos (aunque fue en el aeropuerto de Maiquetía donde compré su primera novela), y en la red es casi tan complejo como vivir en Venezuela. No obstante encontré esta joya recientemente y fue como una reunión con una vieja amiga.
Obviamente, Elizabeth me dio donde me duele, pues me encantan, AMO, las historias entre amigos que no pueden resolver sus diferencias, a quienes les cuesta, por inseguridades o, en este caso, porque no quieren arruinar la bonita amistad que tienen, confesar lo que siente uno por el otro. Es así como Macallan conoce a Levi en el séptimo grado, cuando la directora de la escuela solicita su asistencia como guía del nuevo chico transferido, Levi Rodgers. Macallan, sin hablar mucho, le da el recorrido y le deja en el salón. En la hora del almuerzo siente pena por él, al verlo solo y le pide que venga con ella y sus amigas. Macallan y Levi hacen un click inmediato cuando descubren que ambos son fanáticos del show británico Buggy and Floyd. Los chicos se hacen mejores amigos y uno debe ver como va haciendo su vida el otro, los altos y bajos de la pubertad y la adolescencia, las inseguridades y pruebas a las que son sometidos a través de los años, hasta llegar al punto en que, ta ta ta tan, están enamorados, con todo el riesgo que esto conlleva.
Me encanto la novela, no creo que deba señalarlo porque es obvio, sufrí muchas veces con ambos y me molestó también que no hubiera otro mejor amigo, Danielle o el mismo Keith que les metieran la cosquillita en la cabeza de que había más que amistad entre ambos, aunque siempre queda claro que la escuela entera ya pensaba que eran novios desde el año Freshman.
Si te gustó Eleanor & Park o una de mis favoritas de todos los tiempo, Where Rainbows End, te encantará también Better Off Friends, editada por Alfaguara como A Dos Centímetros de Ti.
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