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domingo, 30 de diciembre de 2012

Las Novelas que Leí en 2.012



Cada año intento entretenerme, además de viendo muchas películas, leyendo algunas novelas. Casi nunca leo tantas novelas como me propongo pero hago el intento. Así que aquí está el recuento de libros que leí en 2.012.

Austenland
Una de las novelas que me intrigaba leer porque estaba relacionada con Austen y porque sabía que Stephenie Meyer, la autora de Twilight, tenía sus manos en la preparación de la película de este libro, es Austenland, de la autora estadounidense Shannon Hale. Sin embargo, a pesar que pude encontrar buenos elementos Austen en la obra, no fue suficiente. Creo que fue una novela muy fantasiosa y pienso que pudo haber sido un poco mejor. Aun así espero ver la adaptación al cine.
El amor entre Darcy y Elizabeth Bennet cobra vida en Austenland cuando Jane Hayes, una joven fantasiosa, enamorada de la interpretación de Darcy, de Colin Firth, en la serie Orgullo y Prejuicio de la BBC, es favorecida por la buena voluntad de una tía lejana, quien le lega en su testamento no una fortuna sino unas peculiares vacaciones; en Inglaterra existe algo así como un parque temático, Pembrook Park, en el que las Austenitas reviven, se visten, actúan y disfrutan de los bailes, tertulias y reuniones del mundo de las novelas de Jane Austen. Allí, Jane cobrará vida, un poco, como Lizzy Bennet y será objeto de las confusiones e intrigas propias de las novelas de Austen. Por supuesto también habrá una buena recompensa cuando Jane se encuentre con la versión temática de Mr Darcy.

The Lonely Hearts Club
En un paseo por la capital encontré un pequeño libro llamado El Club de los Corazones Solitarios, de la autora estadounidense Elizabeth Eulberg. El libro llamó mi atención debido a que en la tapa trasera tenía una cita de Stephenie Meyer, en la que recomendaba su lectura. Entonces me entusiasmé a comprarlo. Y me encantó.
Penny Lane, sí todo el libro es muy a los Beatles, una jovencita de dieciséis años, debido a una decepción amorosa –esto me causa gracia– proclama que no volverá a enamorarse. En su despecho, mientras escucha las canciones de los Beattles, como una luz divina, funda el Club de los Corazones Solitarios, inspirado en la canción del grupo. Con la creación del club, Penny Lane revoluciona McKinley High y cada una de las chicas de la escuela quieren formar parte de su club. Por supuesto, la promesa de no relacionarse sentimentalmente con los chicos se rompe para Penny Lane cuando su amistad con Ryan cambia.

Como Agua Para Chocolate
Hasta medio año, Como Agua Para Chocolate, de la autora mexicana Laura Esquivel, había sido mi descubrimiento.
Entre cebollas, especias y recetas de cocina, Tita es criada, afectada y fascinada por todos estos elementos; el destino de Tita, sin embargo, está determinado desde su nacimiento, al ser la menor de las hermanas tiene prohibido el matrimonio pues es la tradición familiar de la hija menor cuidar a la madre hasta su fallecimiento. Pero como todas las prohibiciones, lo no permitido es siempre lo más atrayente, Tita se enamora de Pedro. Cuando Pedro acude a solicitar su mano, “mami” le informa la norma familiar, a la sazón, éste, para poder vivir cerca de Tita, observa, como único recurso, pedir la mano de la hermana casadera, Rosaura.




Persuasión
Como expuse, hasta Como Agua Para Chocolate, la novela de Laura Esquivel había sido mi número uno del año; entonces retomé mi nueva tradición, iniciada el año pasado: Austen para Navidad, y empecé a releer Persuasión, la última novela escrita por Jane Austen.
Anne Elliot no había conocido otro amor que el de Frederick Wentworth, pero siendo muy joven se dejó persuadir por su gran amiga Lady Russell, en el alegato de un matrimonio poco conveniente, y el romance fue interrumpido. Ocho años después, los amantes se reencuentran. Anne es una joven de veintiocho años cuya gracia ha perdido y Wentworth regresa a su círculo, convertido en un exitoso capitán de la marina, tan atractivo como en la juventud y con el añadido de ser un hombre adinerado.




All I Want For Christmas is You
Luego de culminada Persuasión, mi energía por continuar leyendo algo romántico, justo en Navidad, se hizo posible gracias a mi Kindle. Kindle se ha vuelto una de las herramientas más fantásticas, para mí, para acceder a novelas a las que normalmente no tendría acceso, como por ejemplo, All I Want for Christmas is You, de la autora Lisa Mondello.
Kristen Alexander tiene un peculiar deseo, un padre para Navidad.
Cerca de tres semanas antes de Navidad, Lauren Alexander va al centro comercial con su pequeña hija de seis años, Krissy, para realizar algunas compras de Navidad. Como es costumbre en los centros comerciales durante esta fecha del año, Santa Claus asiste a estos lugares para escuchar los deseos de los pequeños; es así como Krissy se sienta en su regazo con este particular requerimiento, su madre está siempre trabajando y muy ocupada, por lo que ella renuncia a cualquier juguete si Santa le ayuda a tener un “papi” para Navidad.
El gancho de esta historia es que Kyle Preston es el joven apuesto y rico detrás del disfraz de Santa Claus, un muchacho de treinta y tantos años, de buen corazón, que siente, se podría decir, amor a primera vista por Lauren y que, debido al requerimiento de Kristen, el servir a su madre se convierte, de alguna manera, en su deseo propio para Navidad.
All I Want for Christmas is You es una novela romántica, especial y quieres continuar leyendo hasta terminarla, especialmente (en mi caso) porque quieres saber más de Kyle, que es un protagonista atractivo y apasionado. Tiene la ventaja de ser muy corta y la considero precisa para el Lifetime cannel. A pesar de todo lo fantasiosa que puede ser, en mi opinión, fue una agradable lectura para Navidad.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Como Agua para Chocolate


Espero, cada año, tener la dicha de escoger, por lo menos, un libro que me hubiera impresionado. Hace dos años tuve el agrado de leer Ifigenia, de Teresa de la Parra, y el año pasado Harry Potter y la Piedra Filosofal, que fueron, cada uno, los libros que destacaron para mí entre los demás. Este año ese honor mío, creo, se lo llevará la novela Como Agua para Chocolate, de la autora mexicana Laura Esquivel.
No es sencillo sentir afinidad con los libros, a veces se inician por curiosidad y logran conquistarte, otras veces la curiosidad no es suficiente. En mi caso, tengo un estilo muy definido de lo que gusta leer: el género romántico, y por romántico me refiero a muy romántico; mis novelas predilectas son Orgullo y Prejuicio, Jane Eyre, Persuasión y Crepúsculo –sí, Crepúsculo–, por lo que encontrar otros libros que me fascinen, estos días, es bastante raro; es por esto que me ha gustado tanto Como Agua para Chocolate. 
Como Agua para Chocolate es una novela de la autora mexicana Laura Esquivel, publicada por primera vez en el año 1.989, y que obtuvo un éxito importante. De acuerdo al resumen que, sobre la autora, hace la edición De Bolsillo, que celebra los veinte años de la obra, y que adquirí el año pasado, la novela se mantuvo en la lista Best Sellers del New York Times durante más de un año y fue traducida a treinta y cinco idiomas. Narra la autora, para esta edición, que su inspiración para escribir Como Agua para Chocolate fue una colección de fotos de sus antepasados entre las que resaltaba la de su tía abuela Tita, una hermosa mujer a la que su bisabuela no permitió casarse y a la que ella quiso darle un destino distinto con la creación de este fantástico trabajo que entremezcla la delicia de la cocina mexicana y el mágico mundo de una peculiar historia de amor.

Cuando Tita llegó al mundo no tuvo necesidad de la nalgada porque llorar para ella era algo natural. Nació y creció en la cocina y fue alimentada a base de atoles y té debido a que con su nacimiento sucedió el fallecimiento de su padre y de la impresión su madre perdió la leche. La niña sobrevivió con tal alimentación y así se hizo una señorita cuyo destino ya estaba escrito: por tratarse de la hija menor, estaba establecido, como tradición familiar, su imposibilidad para el matrimonio. Porque las hijas menores debían cuidar de la madre hasta la muerte.
Entre ingredientes, la cebolla juega un papel importante, y deliciosas recetas mexicanas, Chiles en nogada, Caldo de Colita de Res, Mole de Guajolote, la famosa Rosca de Reyes, entre otras, transcurre la novela y Tita se desarrolla como una hermosa jovencita, con grandes destrezas para cocina, a la que Pedro viene a pedir su mano, pedido que Mamá Elena rechaza, su hija menor tiene negado el matrimonio; sin embargo le propone la mano de su hija mayor, casadera, Rosaura, propuesta que Pedro acepta por la convicción que tiene de que sería la única manera de mantenerse cerca de Tita.
Si a usted le negaran de una manera rotunda casarse con la mujer que ama y la única salida que le dejaran para estar cerca de ella fuera la de casarse con la hermana, ¿no tomaría la misma decisión que yo?
A partir de aquí la novela se desarrolla en lo que será la batalla entre los sentimientos de Tita y Pedro contra los de Rosaura y Mamá Elena, esta última quien como matriarca de la familia De la Garza tendrá el poder para establecer las venturas y desventuras de sus hijas. Vale la pena destacar, como lectora, que ésta es una novela que tiene un alto contenido de sensualidad y sexualidad, que debió haber tenido gran mérito, en su tiempo, por tratarse de una autora la creadora de esta historia.
Narrada en tercera persona, a través de la sobrina nieta de Tita, consta de XII capítulos, todos fascinantes, mágicos y adictivos; siempre tuve deseos de saber qué sucedería con cada capítulo terminado, aun cuando sé que una vez vi la adaptación al cine, pero mis recuerdos son muy vagos y los hechos los tenía olvidados por completo. La combinación de los elementos es perfecta, el enlace de lo fantástico con lo posible, lo fabulesco de las recetas de Tita junto con los exagerados personajes, y lo irreal de las situaciones, como cuando todos los invitados a la boda de Rosaura y Pedro se intoxican debido a que las lágrimas de Tita se derraman sobre la torta de navidad, o como cuando Gertrudis huye desnuda de la casa por la lujuria que la habían hecho sentir las codornices en pétalos de rosa preparadas por su hermana, por citar un par de ejemplos, hacen, en conjunto, a Como Agua para Chocolate, una novela mágica e inolvidable dentro de la literatura latinoamericana.
Yo no sé por qué a mi nunca me han quedado como a ella y tampoco sé por qué derramo tantas lágrimas cuando las preparo, tal vez porque soy igual de sensible a la cebolla que Tita, mi tía abuela, quien seguirá viviendo mientras haya alguien que cocine sus recetas.