domingo, 9 de octubre de 2011

Something New


Soy una de esas personas particulares que tienen sus propias manías para disfrutar las comedias románticas de su preferencia, por ejemplo, una de mis películas favoritas de todos los tiempos, y que debo ver cada año, es While you were Sleeping (Mientras Dormías), pero solo la veo durante la época de Navidad, ya lo sé, es algo loco. Pues el otro día quería ver una comedia romántica pero las últimas, como Bridesmaids o Something Borrowed, ya las había visto así que tenía que apelar por una de mi repertorio, así que se cruzó en mi colección la película Something New, que inicia con la celebración del día de San Valentín, algo de lo que no me había percatado antes, por lo que, tal vez, para próximas repeticiones, la deje para celebrar esta fecha.


Kenya es una joven exitosa a la que no le va bien en el amor hasta que Leah le coordina una cita a ciegas con Brian, quien es apuesto, sensible y encantador, pero tiene un defecto visible e intolerable para Kenya, es rubio.
Something New es una comedia romántica especial pues tiene diversos temas de discusión en su argumento, en ésta, la crisis existencial de la mujer soltera y exitosa  afroamericana es el punto de partida, el tema de las diferencias de razas envuelve sutil y elegantemente la historia de Kenya, quien normalmente se ve presionada a mantenerse en la vanguardia para la compañía para la que trabaja pues, a pesar de que podría convertirse en accionista, considera que el color de su piel la obliga a dar más que los demás para lograr la igualdad.  Por otra parte está la idea de lo que para ella es el hombre indicado, que se contradice cuando el encantador Brian aparece en su vida. 
“Algo Nuevo”, diferente para disfrutar, sino en San Valentín, en cualquier otra época del año.

Easy A


El otro día estaba viendo por segunda vez Easy A (Rumores y Mentiras) con toda la familia y me di cuenta de que no la había tratado apropiadamente al no hacer una publicación sobre esta película en mi blog.

Emma Stone, quien empezó a darse a conocer con su personaje de Julles, en Super ad, es Olive, en Easy A, una chica común de secundaria que un día se ve envuelta en el chisme más grande y colosal de su vida: había perdido la virginidad con un muchacho universitario. El rumor surgió debido a su negación de ir de campamento con la peculiar familia de su mejor amiga, Riannon, luego, cuando ambas se encuentran el lunes en la escuela, una cosa llevó a otra, y Olive terminó inventando que había perdido la virginidad con el muchacho inexistente; la mentira también es escuchada por Mary Ann (Amanda Bynes), la chica religiosa de la escuela, y en cuestión de minutos la pérdida de su virginidad era el chisme más comentado por los estudiantes de la escuela; la consecuencia de éste, Olive dejó de ser invisible para ser la muchacha más popular. Su nuevo estatus de popularidad la lleva a realizar favores a los muchachos menos afortunados de la secundaria, ella pretende haber salido con ellos, lo cual empieza a deformar su popularidad por la de una muchacha de conducta inapropiada. Debido a todo el escándalo de su supuesta inmoralidad, ella alimenta el cotilleo al transformar su vestuario y hacerlo adecuado al de una mujer Adultera, agregando una “A” a éste, en semejanza al de la protagonista de La Letra Escarlata.
Easy A podría ser un tributo a otras películas de temas de adolescentes como Sixteen Candles o Can´t Buy me Love, es fresca e hilarante, aún cuando el tema de los chismes y la chica ordinaria que se vuelve popular, posiblemente, haya sido tratado en otras historias.

Friends with Benefits


Curiosamente este año se estrenaron dos comedias románticas que exploraban el mismo tema: el vínculo entre la amistad y el sexo, No Strings Attached y Friends with Benefits, comprobándose en ambas que uno acompañado del otro siempre traen complicaciones.
Ciertamente, No Strings Attached es, hasta ahora, mi comedia romántica favorita del 2.011, y es que lamentablemente no puedo hablar de Friends with Benefits (Amigos con Beneficios) sin hablar de No Strings Attached (Amigos con Derechos), sí, esa película de Ashton Kutcher y Natalie Portman que se estrenó en febrero, puesto que las dos tratan el mismo tema en situaciones diferentes; sin embargo, a pesar de todo el recelo que sentía por Friends with Benefits, me encantó.

Jamie (Mila Kunis) es una cazatalentos que consigue traer, desde Los Ángeles, a Dylan (Justin Timberlake) para trabajar como editor de la revista GQ en Nueva York, pero éste siente recelo de dejar la tranquilidad de Los Ángeles por el ajetreo de New York, por lo que Jamie ve la necesidad de venderle la ciudad. Después del recorrido por New York, Dylan acepta el contrato que debe respetar durante un año, si no, ella perderá las comisiones que le corresponden como cazatalentos. Jamie y Dylan empiezan a intimar, y como si fuera algo común, que dos amigos se propongan el uno al otro tener sexo sin ataduras, aceptan su nuevo estado de ser “Amigos con Beneficios”.
Fue grato ver Amigos con Beneficios, de verdad había asistido al cine porque no puedo evitar apoyar las comedias románticas, que son mi debilidad; sentía que la película no estaría a la altura de mis gustos, sin embargo, tal vez porque me esperaba muy poco de ella, me pareció una linda película romántica, que, estoy segura ocupará un buen lugar en mi conteo de películas al final del año. Justin Timberlake, a quien aún no compro como actor, encajó bastante bien en su papel de joven tímido, despreocupado y gracioso, si todavía no quiere retomar sus verdaderos dones, que son el canto y el baile, y desea, insiste, hacer cine, éste es el tipo de películas que debería continuar haciendo, al menos por un tiempo, creo que él mismo se sobreestima como actor al desarrollar estos papeles que normalmente hace en sus películas, que usualmente son muy serios, solo digo. La película es agradable, graciosa y vulnerable a la vez, predecible como todas las comedias románticas, pero con su toque particular. Además actúan: Bryan Greenberg, que es todo un bonus, Woody Harrelson, Emma Stone, Patricia Clarkson, Jenna Elfman y Richard Jenkins, etre otros.

sábado, 8 de octubre de 2011

Harry Potter y la Piedra Filosofal


A finales del año pasado, recién estrenado mi blog, hice un resumen de los libros que había leído en 2.010, entre los que Ifigenia, de Teresa de la Parra, figuraba como mi descubrimiento del año pues no pensaba, cuando empecé a leerlo, que fuera a atraerme tanto y a sentir tanta afinidad con él; este año ha sucedido algo similar con otro libro, de un género completamente diferente, que si tuviera que escoger mi descubrimiento 2.011, en este mismo momento, creo, tendría que ser Harry Potter y la Piedra Filosofal.

Harry Potter y la Piedra Filosofal, de la autora inglesa J.K. Rowling, no es el tipo de libros que acostumbro a leer –si por mí fuera viviría en un eterno mundo romántico–. Mi iniciativa de leer esta obra se remonta a una vez que me encontraba de paseo en un centro comercial de mi ciudad y entré a la librería más completa de la localidad, en ella me tropecé, mientras buscaba algo que leer para obsequiarle a mi ahijadita, que para entonces cumplía ocho años, con el primer libro de la saga de Harry Potter. Recuerdo que en ese momento lo ojeé y pensé que no sería un libro de su agrado, sin embargo, para mi sorpresa, me pareció atrayente a mí, que nunca pensé que me interesaría en uno de los libros más comerciales de la historia de la literatura (aún cuando me considero fanática de la saga Crepúsculo, otro caso extremadamente comercial). Pues bien, en ése entonces no lo compré pero lo dejé pendiente para una próxima visita a la librería, fue mi padre, no obstante, quien me obsequió este maravilloso, entretenido, adictivo y divertido libro.
Aunque he visto todas las películas de la saga Harry Potter, recuerdo que, a pesar que veía cada una con entusiasmo e interés –aunque solo por cultura general–, siempre habían cabos que quedaban sueltos para mí, pues no soy –o era– una de esas fanáticas del joven mago y sus historias, solo soy aficionada al cine, pero esta película tiene tantos detalles que normalmente no los recordaba cuando estrenaba una nueva adaptación; por lo que Harry Potter y la Piedra Filosofal, el libro, me pareció, alguna veces, como si estuviera viendo la primera película, pero otras escenas me fueron tan frescas como si estuviera leyendo un libro totalmente novedoso para mí.

El argumento (y espero no equivocarme)
Harry Potter es un niño huérfano, que vive discriminado en la alacena debajo de la escalera con sus tíos Dursley y su primo Dudley, Potter es un chico listo, reprimido por la precariedad de su situación, sometido al carácter de sus tíos y al de su primo; quiero aclarar, a quienes no han leído esta obra, que Harry Potter y la Piedra Filosofal no es un drama, es una aventura, pues a pesar de lo triste que pudiera parecer vivir en las condiciones de Potter, el chico es tan entusiasta que sus faltas no le agobiaban.
Un día, en la víspera del décimo primer cumpleaños de Harry, llega una excéntrica carta a la casa de los Dusrley,
Señor H. Potter
Alacena Debajo de la Escalera
Privet Drive 4
Little Whinging
Surrey
Los Dursley no permitieron que Harry leyera la carta y para que otra no le fuera enviada lo cambiaron de habitación, al cuarto de juguetes de Dudley, y allí llegó otra carta, y fueron llegando más cartas y más cartas.
El asunto es que Harry estaba invitado a estudiar en Hogwarts, una prestigiosa escuela de hechicería, en la que ya era famoso sin saberlo, sus padres habían sido grandes magos, los mejores de su época, pero fallecieron al enfrentarse a Voldemort, un mago de la magia oscura que había intentado apoderarse de todo y que se vio vencido cuando al intentar terminar con Harry, quien solo tenía un año, solo causó en el pequeño una curiosa cicatriz en la frente, que tenía forma de rayo; desde entonces, el niño quedó marcado como el sobreviviente y el único que con su inocencia pudo vencer a Quien tu sabes.
Increíbles aventuras suceden en Hogwarts con las que la amistad, y la lucha entre el bien y el mal se ponen a prueba. Harry Potter y la Piedra Filosofal es un libro excelente, especial, narrado de una manera tan contagiosa que dan ganas de continuar leyéndolo sin cesar, y que no tiene límite de edad, probablemente fue creado para entretener a un público muy joven pero entretiene ricamente a los que ya no lo somos tanto. Definitivamente, con todo lo prejuiciosa que soy, me sorprendió; y se debe leer.

viernes, 7 de octubre de 2011

From Prada to Nada


Finalmente me inspiré a escribir mis impresiones sobre una de las películas que más quería ver este año, From Prada to Nada
Antes que cualquier comentario debo exponer que las razones por las que tanto anhelaba ver esta historia son: primero, es una adaptación moderna del libro Sensatez y Sensibilidad, de Jane Austen, y, segundo, porque Kuno Becker actúa en ella. En cuanto a mis impresiones, tengo sentimientos encontrados con esta película pues pese a cualquier debilidad que pueda tener la historia, debo decir, en su favor, que, creo, se ha adaptado al libro, aún cuando los guinistas se tomaron sus libertades, como por ejemplo, el personaje matriarcal femenino (Mrs Dashwood) no lo lleva la madre de las protagonistas, sino su tía, Aurelia (Adriana Barraza), y el hermano mayor de las hermanas es desconocido para éstas hasta el día del funeral de su padre, Gabe. Ahora bien, en cuanto a los personajes, Mary, específicamente, no refleja la pasión de Marianne Dashwood sino un libertinaje inexistente a la protagonista original. Aunque probablemente debería ser menos severa y pensar que solo se trata de una adaptación y no la novela en sí.

La historia
Nora (Camilla Belle) y Mary (Alexa Vega) son dos hermanas ricas, que viven cómodamente en Beverly Hills hasta que su padre fallece y descubren que estaba en bancarrota, por lo que deben trasladarse con su tía a una barriada de Los Ángeles. A partir de este momento se desarrollan las situaciones de dos hermanas que estaban acostumbradas a cualquier clase de privilegios que entonces son privados para ellas (cualquier similitud con Material Girls, la película de las hermanas, Hilary y Hailey Duff, es pura coincidencia). Nora, la hermana mayor, debe buscar trabajo para que Mary, la hermana menor, no pierda sus estudios; el trabajo le es facilitado a través de Edward Ferris (Nicholas D´Agosto), quien es hermano de Olivia, la novia de su recién conocido hermano Gabe. En el vecindario, Mary conoce a Bruno (Wilmer Valderrama), por quien siente todo tipo de prejuicios por su manera de vestir, aspecto latino y, quizás, forma de hablar, mientras que en la clase de literatura, un apuesto y joven profesor, Rodrigo (Kuno Becker), le hará soñar que puede retomar la vida que una vez tenía.


Ciertamente es un asunto positivo que la adaptación de esta novela hubiera sido con sabor latino, y es que una de las productoras de la película es Televisa, sin embargo, es, en mi opinión, carente de sentimiento, las actuaciones son mecánicas, exceptuando, por supuesto, a Adriana Barraza, quien trabaja excelente y podría ser la salvadora de la película, y Wilmer Valderrama, quien también se destaca y a quien pudieron darle más líneas y escenas en la trama.
Pues bien, para aquellos seguidores de Jane Austen que todavía no han visto From Prada to Nada, pueden sobrevivir sin verla, sin embargo, para quienes sientan la normal curiosidad de ver la película, van encontrar una historia moderna adaptada a una obra clásica, con  algunos elementos Austen en ella, lo que la hace tolerable.