Es ya una tradición para mí terminar el año leyendo alguna de las magistrales obras de Jane Austen, pero habiendo terminado 2013 con Emma y a mitad de éste, Mansfield Park, no quería dedicarme a otra de sus novelas (aunque esto hubiera significado entretenimiento y reencontrarme con una vieja amiga); no obstante, habían dos de sus obras que todavía no había leído y quería explorar, Sanditon y The Watsons.
Imagen de blog janeausten.org.es |
Es realmente lamentable saber que una autora tan creativa, valiosa, con estilo propio y recreadora de su sociedad nos hubiera dejado tan pronto, con apenas seis obras completas, otra narrada a manera epistolar y cuentos escritos durante su juventud. Sus admiradores, como es normal, siempre querremos más de ella pero tristemente debemos conformarnos con lo que tenemos a mano y releer una y otra vez sus novelas; sin embargo, hay dos de sus obras que no fueron completadas, una es Sanditon, que consta de doce capítulos bien elaborados; y la otra, The Watsons, que es mucho más corta pero que engancha rápidamente.
Sanditon
Siempre me había preguntado el significado de la palabra Sanditon, Sanditon es una parroquia de la costa de Sussex, la parroquia en la que viven los Parker, este matrimonio que se accidenta cerca de Willingden, adonde se habían trasladado en la búsqueda de un médico para la parroquia, que era lo que faltaba al último balneario de Inglaterra. Allí, en Willingden, no el Willingden que buscaban, pero el Willingden donde encontrarían a tan hospitalaria familia, los Heywood, consiguen hacer publicidad al balneario y estimular tanto a la pareja al punto de lograr que una de las hijas del matrimonio, Charlotte, viajara con ellos para conocer el famoso Sanditon.
Al principio de mi lectura no logré conciliarme con el argumento, no podía entender de qué trataría esto, pero una vez que Charlotte llega a Sanditon y conoce a sus componentes, ya me sentía fascinada por la historia, Lady Denham, "la gran dama"; los amantes ocultos, Clare Brereton y Sir Edward; la señora Griffiths; la señorita Lambe; las esnobistas Beaufort; Diana Parker y en general todos los Parker. Me gustó muchísimo, pero todo queda inconcluso en el capítulo doce cuando aparece el mencionado Sidney Parker, el aparentemente jovial Sidney Parker, el único capaz de hacer bromas sobre sus hipocondríacas hermanas.
The Watsons
Jane reutiliza uno de los nombres de sus heroínas anteriores, Emma, para dar vida a una nueva historia.
Emma Watson es una joven de diecinueve años que regresa al hogar paterno después de una separación de catorce años, Emma había sido adoptada por su tía y había recibido una buena educación en comparación con sus hermanas, pero a su regreso no puede sentir ni inspirar empatía por ninguno de sus parientes excepto por Elizabeth, su hermana mayor. Obviamente, debe haber un baile en el que Emma sea presentada donde, además, será objeto de admiración, en especial de un joven Lord Osborne y del señor Howard, clérigo de la parroquia.
Esta fue una historia que me enganchó inmediatamente, que me fascino, que lo tiene todo, una heroína inteligente y discreta, como una mezcla entre Lizzy y Fanny Price, que quiere ganarse a su familia, aunque ya siente una definida inclinación por su hermana mayor, y que está predestinada a enamorarse aun cuando no está buscándolo. Las maneras de su Lord Osborne me recordaron un poco a las de Darcy, ese método de interesarse por la muchacha sin hacérselo saber directamente; no obstante, no pensé que Jane se repitiría así misma con un personaje tan parecido; y, definitivamente, me gustó Howard, quien, decididamente no espera para asegurarse dos bailes con la señortita Watson.
Me encantó pero fue muy poco lo que Austen nos dejó de este trabajo.
Estuvo genial, es uno de mis momentos favoritos del año, cuando me reservo a Austen Para Navidad.
Sanditon
Imagen de blog Anna´s Bookshelf |
Al principio de mi lectura no logré conciliarme con el argumento, no podía entender de qué trataría esto, pero una vez que Charlotte llega a Sanditon y conoce a sus componentes, ya me sentía fascinada por la historia, Lady Denham, "la gran dama"; los amantes ocultos, Clare Brereton y Sir Edward; la señora Griffiths; la señorita Lambe; las esnobistas Beaufort; Diana Parker y en general todos los Parker. Me gustó muchísimo, pero todo queda inconcluso en el capítulo doce cuando aparece el mencionado Sidney Parker, el aparentemente jovial Sidney Parker, el único capaz de hacer bromas sobre sus hipocondríacas hermanas.
The Watsons
Los Watson habitaban en una aldea a unas tres millas de distancia, eran pobres, y no tenían nada semejante a un carruaje.
Imagen de blog Austenonly |
Emma Watson es una joven de diecinueve años que regresa al hogar paterno después de una separación de catorce años, Emma había sido adoptada por su tía y había recibido una buena educación en comparación con sus hermanas, pero a su regreso no puede sentir ni inspirar empatía por ninguno de sus parientes excepto por Elizabeth, su hermana mayor. Obviamente, debe haber un baile en el que Emma sea presentada donde, además, será objeto de admiración, en especial de un joven Lord Osborne y del señor Howard, clérigo de la parroquia.
Esta fue una historia que me enganchó inmediatamente, que me fascino, que lo tiene todo, una heroína inteligente y discreta, como una mezcla entre Lizzy y Fanny Price, que quiere ganarse a su familia, aunque ya siente una definida inclinación por su hermana mayor, y que está predestinada a enamorarse aun cuando no está buscándolo. Las maneras de su Lord Osborne me recordaron un poco a las de Darcy, ese método de interesarse por la muchacha sin hacérselo saber directamente; no obstante, no pensé que Jane se repitiría así misma con un personaje tan parecido; y, definitivamente, me gustó Howard, quien, decididamente no espera para asegurarse dos bailes con la señortita Watson.
Me encantó pero fue muy poco lo que Austen nos dejó de este trabajo.
Estuvo genial, es uno de mis momentos favoritos del año, cuando me reservo a Austen Para Navidad.
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